Cada vez son más los niños y niñas que realizan este deporte en Esquel. Actualmente la escuela, dirigida por Andrés Toro, cuenta con quince alumnos de 5 años en adelante. Las clases se brindan los lunes, miércoles y viernes de 18 a 19.45 horas en el skatepark. Hoy se encuentran necesitando materiales como conos, sogas y colchonetas para practicar. El objetivo a futuro es convertirse en una escuela municipal.

Durante mucho tiempo el skate pidió pista en la ciudad y en febrero del año pasado se logró la inauguración del tan ansiado skatepark en el predio del Estadio Municipal, hoy considerado como uno de los más importantes del país.

Ante el creciente interés de niños y jóvenes por este deporte, Andrés Toro, un joven skater, tomó la iniciativa de abrir la primera escuela de skate en la ciudad, la cual espera que a futuro pueda ser municipal e instalarse con eventos en el calendario deportivo.

“Hoy tenemos quince alumnos regulares desde los 5 años en adelante y la gran mayoría anda en un promedio de 8 a 10 años”, confió el joven skater. Asimismo informó que las clases son los lunes, miércoles y viernes de 18 a 19.45 horas. El valor de cada clase es 100 pesos.

Este año la escuelita no tuvo receso por vacaciones ya que quisieron aprovechar al máximo el buen tiempo. “Cambiamos el horario y generamos un lindo grupo que está yendo todos los días. La pasás mejor que en los días de invierno que padecés el frío por estar en la intemperie”, indicó.

Andrés explicó que las clases son muy dinámicas y que a cada ingresante se le hace una evaluación de sus conocimientos a modo de nivelación. “Hay gente que viene con experiencia y tiene una noción básica sobre cómo pararse arriba de la tabla así que cuando es así comenzamos directamente con el conocimiento de la pista para que aprendan a manejarse y después se van incorporando a los grupitos más avanzados”, precisó. Sin embargo aclaró que no están divididos por niveles sino que hay un solo grupo en el cual realizan diferentes ejercicios y se divierten por igual.

Asimismo contó que se están sumando varias chicas y que el skate femenino está recuperando su fuerza. “Hoy tengo dos chicas, una de Epuyén y otra de Esquel, y seguramente se irán incorporando más”, resaltó.

El joven skater valoró el espacio del skatepark como pieza fundamental para que el deporte tomara impulso en la ciudad. “Captó la atención de un montón de chicos y la escuelita de skate lo que hizo fue tratar de hacer las relaciones con esa gente que no se animaba, entonces descubrieron que podían ir, que había un profesor, que podían aprender desde cero y hacer uso de semejante espacio que tenemos”, relató.

En este sentido señaló que “si la escuelita en algún momento se convirtiera en municipal podría figurar en el calendario deportivo y atraería a gente de diferentes lugares de la comarca como de Esquel sin ir más lejos”. A su vez contó que durante el año se realizaron dos exhibiciones con competencia a baja escala.

Por otra parte Andrés destacó como positivas las conversaciones que mantuvo con la nueva secretaria de Deportes, Mariela Sánchez Uribe, quien se comprometió a avanzar en la parquización del predio del skatepark. “La idea es que se ponga a punto el perímetro, la nivelación del terreno, la colocación de pasto, gradas y alumbrado público como tienen todas las pistas del país y también habrá que definir si el skatepark se va a separar del estadio municipal o va a quedar adentro”, planteó.

El profesor informó que los chicos que participan de la escuelita de skate cuentan con un seguro del municipio y están obligados a usar los elementos de protección (casco, rodilleras y coderas). El valor de la clase es 100 pesos y ese dinero es destinado para la compra de materiales y el mantenimiento de la pista de skatepark. Sin embargo al ser un espacio autogestionado, se encuentran necesitan conos, sogas y colchonetas, entre otros elementos, para los entrenamientos. Por cualquier consulta o ayuda pueden comunicarse con Andrés al 2945-551405.

Andrés comentó también que uno de los proyectos que esperan poder concretar es la organización de una competencia y exhibición de alto nivel con invitados nacionales e internacionales para que vengan a dar clínicas de skate a la ciudad. “Queremos seguir el ejemplo de la Escuela 31 que está en la Villa 31 de Buenos Aires y tiene un hermoso proyecto de inclusión social. Queremos transmitir el skate a los diferentes barrios de la ciudad”, aseguró.

Por último, el joven destacó que “el skate, como en cualquier otro deporte, es un espacio de contención, donde pueden hacer amigos, construir relaciones personales, generar un carácter para la vida porque te caes y aprendes a levantarse, te forma como persona y te enseña valores fundamentales. Me gustaría que mis alumnos a futuro se dediquen al skate pero mi mayor éxito sería que se conviertan en buenas personas”.