Un viaje a la historia de la zona, disfrutando del confort y la hospitalidad del pueblo más lindo.
Un clásico e histórico establecimiento hotelero de Trevelin vuelve a abrir sus puertas después de casi cinco décadas. El Hotel La Perla fue uno de los establecimientos más antiguos en el rubro alojamiento y gastronomía en Trevelin, y que en la década de 1970 cesó en su actividad una vez que la finalización de la obra para la Presa Hidroeléctrica provocó la migración de cientos de obreros y sus familias.
Cinco décadas más tarde, de la mano de Dolores Mujica y Bruno Martínez -dueños actuales de la firma-, quienes se dieron a la tarea de poner en valor el edificio, creando un espacio comedor y habitaciones reacondicionadas con la calidad y confort que demandan los turistas que llegan al Pueblo del Molino. Aberturas y cabreadas construidas con madera de Alerces, restos de las caballerizas (donde dejaban los caballos los huéspedes) y cientos de historias y anécdotas fueron algunos de los factores con los que se encontraron los flamantes dueños en las instalaciones que estaban abandonadas.
Con mucho esfuerzo reacondicionaron el lugar y se encuentran a pocos días de lograr que el Hotel La Perla abra nuevamente.
El secretario de Turismo de Trevelin, Juan Manuel Peralta, se acercó el lunes pasado al histórico lugar para recorrer las instalaciones y felicitar a los prestadores de turismo. “La importancia del valor simbólico presente, teniendo en cuenta que el Hotel La Perla propiedad en aquel entonces de la familia De la Fuente, fue pionero en la región y me atrevo a decir en la provincia, ya que por ejemplo hay un afiche histórico en la pared del hotel donde se ofrecen “excursiones de pesca de la codiciada trucha arco iris” que data del año 1975 y brinda un teléfono de contacto con un numero de dos dígitos”, contó el funcionario.
La oferta de alojamiento contempla 4 habitaciones dobles, y se suma a la oferta gastronómica del restaurant “La Perla”, que cuenta con varios años abierto y ofrece un menú gourmet, y la ambientación del espacio que se combina con shows en vivo todos los fines de semana.
Peralta destacó que este tipo de oferta turística con elevado valor simbólico “es muy atractivo para los turistas que buscan no sólo un lugar para dormir sino también adentrarse en la historia”.