El martes 31 de octubre tuvo lugar la Asamblea de la Cooperativa 16 de Octubre, que levantó muchas protestas de parte de vecinos autoconvocados que asistieron al lugar. Los reclamos no pasaron solo por la aprobación de la memoria y el balance, sino también por cómo se sintieron tratados, según explicó Gilda Vilches en diálogo con La Portada.
“Sabíamos que estaba medio vedado el ingreso, pero igual éramos 40 más o menos. Nos sentimos maltratados”, aseguró una de las voceras del grupo. “Habían destinado un lugar de 16 sillas para los vecinos, cosa que no es lo correcto, porque el Consejo de Administración o los organizadores de la Asamblea tienen que prever que vaya todo Esquel y Trevelin”, consideró.
En este sentido, Vilches dijo que “de un tiempo a esta parte las asambleas no eran concurridas, pero ahora nosotros habíamos anunciado por los medios que muchos íbamos a ir”. Señaló que lo vivido fue “muy feo”: “Con policía ahí adelante que no nos dejaba entrar, como si fuéramos delincuentes, cuando en realidad los vecinos somos los dueños de la Cooperativa, está todo al revés”.
Si bien planteó que el personal policial cumplía órdenes, cuestionó “la actitud soberbia de los integrantes de la propia Cooperativa, que les pagó un adicional para que supuestamente los cuiden de nosotros”. En este sentido, agregó que por la Ley de Cooperativas se prevé que si lo desean “todos los asociados pueden asistir a las asambleas” y lo sucedido representa “otra irregularidad”.
“Un simulacro”
Para la vecina se trató de “un simulacro de Asamblea, donde las figuritas cambiaron de lugar. No había otras listas, pero eso es lo que pasa”. “En cuanto a los delegados a mí me quedaron muchas dudas. Faltaban una serie de libros que son reglamentarios y las personas que se presentaban como tales, entraban y firmaban, es gente que nunca habíamos visto y no tenían ningún distintivo”, relató.
Aseguró que el balance que se aprobó “lo veníamos analizando y estaba bastante dibujado, con un auditor que está hace más de 20 años, que tampoco es lo correcto”. “Las reglas de lo que hay en cuanto al estatuto y el convenio que está firmado entre la Municipalidad y la Cooperativa del año 1982 favorece a que pasen estas cosas”, argumentó.
Vilches observó que si bien “cuando uno pregunta hablan en difícil para que el vecino común no entienda”, se asesoraron y creen que “no está bien hecho el balance” y también se mostró en contra de la posibilidad de que haya un nuevo aumento a fin de mes, porque se planteó en la asamblea que las tarifas están debajo de lo que deberían estar.
Denuncia y pedido de impugnación de la asamblea
La vocera del grupo de vecinos autoconvocados recordó que esperan el avance correspondiente de la denuncia que hicieron frente a Fiscalía y ante el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) con irregularidades “que pudimos probar, porque hay otras que uno conoce, pero hay que probarlas, en relación a delegados y a la autodeterminación tarifaria”. “A la Cooperativa un día se le ocurre y aumenta la boleta, eso no es legal”, subrayó
En cuanto a esa denuncia, este martes 7 de noviembre recibieron la confirmación del INAES de que la Cooperativa no respondió a la acusación, aunque desde la institución declararon públicamente que sí lo habían hecho. Por eso, el caso pasó al área de legales.
También, más de 50 vecinos presentaron notas a la Defensoría del Pueblo, denunciando la forma de establecer las tarifas. Por el momento, no tienen mayores novedades de esto último.
“La última acción es impugnar la Asamblea, en eso estamos. No sé bien los tiempos, se mandaron notas y veremos qué pasa”, puntualizó Vilches. Si bien adelantó que seguirán “utilizando las vías que corresponden porque creemos que las irregularidades están y son muchas”, lamentó: “La Cooperativa está muy atravesada por poderes políticos, y gente comprada”.
Por todo esto, planteó que hacen falta “decisiones políticas” para que las acciones que están impulsando surtan efecto.