Como hace quince años, Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina marcharon el domingo pasado, como todos los días 4 de cada mes, en defensa del agua y la vida, y en rechazo a la embestida minera como la explotación de uranio en la provincia.

En conferencia de prensa, Nilda Bulzomi, miembro de la Asamblea del No a la Mina, destacó que “la minería no genera trabajo, trae enormes problemas de salud y compite con el agua que todas las personas necesitan para su vida”. Como ejemplo de ello citó los casos de Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia. “Son ciudades que hoy están teniendo terribles problemas con el agua”, indicó.

Asimismo evidenció que “la embestida de las empresas mineras cuenta con la complicidad de los funcionarios políticos que generan condiciones terribles dentro de la provincia para que la gente sienta la necesidad de pedir cosas que desde hace años venimos diciendo que no queremos en la provincia”.

En este sentido remarcó que “hace quince años venimos sosteniendo fuertemente que la minería no sólo es una actividad extractiva que contamina sino que saquea todos los recursos y está en contra de la vida misma”. De esta manera pidió a toda la comunidad de Esquel que salga a la calle a “movilizarse” el próximo domingo 4 de febrero a las 18 horas desde la plaza San Martín.

“Pedimos que se trate la Iniciativa Popular”

Por su parte, Roberto Hlousek recordó que en 2014 se presentó un proyecto de ley por Iniciativa Popular en la Legislatura Provincial que “hubiera terminado con todo este tipo de situaciones si los diputados le hubieran dado el tratamiento y la aprobación que correspondía”.

En este sentido apuntó que “cada uno de los veintisiete diputados cobra cinco veces más que un trabajador, se les paga con dinero del pueblo y sin embargo lo traicionan una y otra vez”. Además señaló que “el sistema político de la provincia se ha dedicado a generar las condiciones necesarias para que las mineras intenten tentar a las poblaciones más vulnerables como la meseta”.

No es no

Hlousek también contó que “tenemos información de que en la meseta están llegando las órdenes de cateo, que es la materialización de este mapa que se ha publicado en los diarios, donde hay familias de la zona que están viviendo la angustia de ver sus campos invadidos por las mineras que han venido a hacer sus pruebas”.

De esta manera convocó a la comunidad de Esquel y al resto de las ciudades de Chubut a salir a la calle “en solidaridad con estas familias a decir una vez más no a la megaminería y a la extracción de uranio”.

“La meseta no es zona de sacrificio”

Por su parte, Paola Devincenti, quien participó de la reunión de la Unión de Asambleas Ciudadanas en Costa del Lepá, contó que “cada grupo expuso las realidades que se están viviendo en sus territorios, como por ejemplo la de Sierra Grande, que es un desierto de gente, económicamente está deprimida gracias a la minería y pretenden instalar una planta de uranio como también quieren hacerlo en nuestra meseta”.

Por este motivo no sólo pidió a los vecinos que salgan a la calle a manifestarse sino también a difundir lo que está ocurriendo. “Sigamos diciéndole a nuestros gobernantes que este pueblo está de pie, que no quiere la megaminería y que la meseta no es zona de sacrificio”, concluyó.

Denuncian persecución

Vecinos del No a la Mina que participaron del último encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas en Costa del Lepá denunciaron públicamente persecución por parte de la policía y el intendente de Gualjaina, Marcelo Limarieri, quien ya se manifestó a favor de la megaminería.

Uno de los damnificados es Eduardo Ramírez, quien tras participar de la marcha que se realizó en dicha localidad fue imputado por presunta violencia de género y amenazas contra una mujer policía.

“Yo fui a pedir materiales a la casa del intendente para terminar una construcción y él salió a decir que yo lo había ido a insultar y prenderle fuego la Municipalidad. Pero en ningún momento quise hacer eso, aparte la Municipalidad no es de ellos sino de todo el pueblo”, relató. También contó que su esposa fue trasladada arbitrariamente del área en el que desempeñaba sus funciones por estar con el No a la Mina.

“Varios compañeros están siendo agredidos porque creen que tienen todo el poder de hacer y deshacer como quieren”, planteó.

Por último Roberto Hlousek sostuvo que “este es un ejemplo más del amedrentamiento que están llevando a cabo las autoridades y los aparatos políticos que están en complicidad con las mineras”.