A un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado aún seguimos preguntando ¿dónde está? Y si bien para muchos obtener una respuesta es importante, para la familia se convirtió en su razón de ser.
Cuesta imaginar cuánto dolor, incertidumbre, desesperación y – por momentos – desesperanza sienten ante esa respuesta que no llega.
Sergio Maldonado decía, días atrás en contacto con la prensa, “creí que anoche iba a poder dormir”, pero no fue así. En su rosto se trasluce no sólo la preocupación, sino también las horas de sueño que ya no puede conciliar. Y me pregunto ¿qué podríamos decirle a Sergio y al resto de su familia para reconfortarlos? y concluyo en que no hay palabras que puedan hacerlos sentir mejor.
Quizás se sintieron más acompañados junto representantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, HIJOS y otras organizaciones de Derechos Humanos que la semana pasada arribaron a Esquel para reclamar junto a ellos por la aparición con vida de Santiago y por el gesto solidario de quienes ayer marcharon en forma pacífica por las calles de Esquel.
Ante la indiferencia de la clase política, como si no formara parte de una sociedad que no puede permitir que un ciudadano desaparezca en plena democracia, se valoró la presencia de quienes saben por experiencia de vida qué se siente no tener certeza sobre el paradero de su ser querido y el acompañamiento de los vecinos que ayer desafiaron el frio y la lluvia. La familia de Santiago Maldonado no está sola, pero solo ellos viven un dolor imposible de imaginar o describir.
El compromiso de toda la sociedad debiera ser continuar reclamando por la aparición con vida de Santiago Maldonado y – desde los medios de comunicación – informar con responsabilidad porque solo la verdad nos hace creíbles.
Desde este espacio, los integrantes de la Cooperativa de Trabajo Prensa Unida, exigimos la pronta aparición con vida de Santiago Maldonado, el esclarecimiento de las circunstancias de su desaparición y nos comprometemos a seguir informando con responsabilidad y criterio periodístico porque en este caso no existen “las primicias”.