En el transcurso de la semana pasada, la Fundación Patagónica de Equinoterapia (FUPEDES), recibió en su predio dos nuevos caballos, que fueron donados por la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, los cuales ya se sumaron a las actividades que allí realizan.
Los caballos que llegaron son “Río” (zaino colorado) y “Carhué” (bayo rosado cabos negros), ambos ejemplares que ya son propiedad de la Fundación de Equinoterapia y pertenecen a la raza de Caballos Criollos, una de las más adecuadas para esta actividad.
“Se concretó un sueño que era tener dos caballos de esa raza y donados, fue una gran noticia para nosotros que se dio en un momento oportuno”, expresó Susana Rizzuto, una de las integrantes de FUPEDES en diálogo con la Radio Pública Municipal.
Comentó también que estos caballos ya habían sido ofrecidos a la Fundación y los pudieron trasladar desde Buenos Aires gracias a que una de las personas que trabaja en la fundación, Guillermo Castro, tenía que viajar. “Pudimos arreglar para que los traiga, haciendo un aporte mínimo para el combustible”, señaló.
Recordó que esta oportunidad surgió a través de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos quienes están vinculados con el Foro Nacional de Equinoterapia. “Estamos muy contentos porque trabajamos siempre con caballos que nos prestan en comodato y estos son nuestros”, expresó.
Actividades y beneficios
En cuanto a las actividades que realizan en la Fundación, Rizzuto informó que actualmente hay 20 chicos que hacen monta recreativa. Los viernes es la actividad de Equinoterapia con 10 chicos y abren también el lunes, con la posibilidad de que se sumen más chicos que estaban en lista de.
“Contamos, por un lado, con un equipo de profesionales, en el que hay cuatro kinesiólogos y psicomotricistas y por otro lado, el equipo ecuestre y auxiliares que son aproximadamente ocho personas más”, detalló, remarcando que todos se capacitaron en el tema.
Rizzuto también se refirió a los beneficios de la Equinoterapia, destacando que los mismos “son muy amplios”, de tipo kinesiológico, cuando se trabaja lo físico, y el cuerpo se relaja y se rehabilita; de tipo psicológico y emocional, por el vínculo que se genera con los animales, que siempre hace bien.