Con el inicio del juicio por jurados esta semana, la familia de Ana Calfín vuelve a revivir los momentos más dolorosos desde el hecho ocurrido en agosto de 2023, cuando la joven murió a causa de graves quemaduras sufridas en su domicilio del barrio Lennart Englund de Esquel. El único imputado por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género era su pareja, Miguel Vargas.

En la previa de las audiencias, Daniela Santillán, sobrina de Ana (su hermana de la vida), expresó: “Se está haciendo difícil, tenemos que volver a recordar todo lo que vivimos. Estamos preparándonos para poder declarar”.

Durante estos casi dos años, la familia ha transitado un proceso largo, con marchas y acciones para pedir justicia. “Hemos realizado marchas, también el año pasado nos unimos a otra familia que estaba pidiendo justicia y nos movilizamos en conjunto. La justicia lleva su tiempo, pero estamos conformes con lo que han ido realizando”, valoró Daniela.

La Fiscalía considera que el imputado habría provocado las quemaduras a su pareja en un contexto de violencia de género, intentando hacer pasar la situación por un accidente doméstico. Ana Calfín murió el 18 de agosto de 2023, doce días después del hecho.

En relación con los elementos de prueba recabados, Daniela sostuvo: “Ese mismo año se hicieron pericias en la casa, vinieron policías federales de Buenos Aires, también los bomberos. Nosotros queremos que se haga justicia. La verdad que hay pruebas, aunque también sabemos que es algo complejo porque ella había dicho que había sido un accidente. Pero por la manera en que ella estaba quemada no se pudo haber quemado sola así”.

Respecto a esa declaración inicial de Ana, la joven aseguró que “nos han dicho que es como ir en contra de lo que la víctima dijo, pero creemos que con las pericias se fue dando lo contrario”. “Tenemos esperanza de que pueda obtener una condena, porque creemos que no fue un accidente, sino que fue el imputado que lo hizo”, subrayó.

Por su parte, Alicia Colinecul, madre de crianza Ana, compartió el dolor de atravesar este nuevo momento judicial: “Es un momento difícil, estamos volviendo a recordar todos los hechos que le han pasado a Anita”. “Tengo fe y confianza en Dios de que se haga justicia. Este individuo está todavía con prisión domiciliaria en la casa de los padres”, agregó.

Sobre las circunstancias de lo ocurrido, Alicia fue contundente: “Así como estaba quemada, no creo que haya sido un accidente. Anita falleció después de dos semanas. Fue trasladada a Buenos Aires y yo la acompañé en ese momento”.

Colinecul mencionó situaciones que marcan que el imputado tenía conductas controladoras y violentas. “En alguna oportunidad (Ana) anduvo con un raspón en la cara. Le pregunté y me dijo que se había pegado con una varilla. Él era violento, controlador, celoso. Los últimos días de su vida ella me contó algunas cosas. No le gustaba que salude a las personas. Por eso pido justicia”, enfatizó.

Y agregó: “A mí me gustaría que le den cadena perpetua, para que a otra mujer no le pase lo mismo que le pasó a Anita, de estar recibiendo maltrato y no animarse a denunciar”.

Miguel Santillán, el padre de crianza de Ana, fue quien impulsó la denuncia apenas ocurrido el hecho. “Cuando la vi estaba muy quemada, por eso hice la denuncia. La iban a dejar como que había explotado una cocina. Pero una cocina no podía quemarla tanto”, relató.

También reveló que fue advertido por un vecino que “me dijo ‘Vargas la quemó’. Nosotros vivimos a una cuadra más o menos. Él fue a avisarme que le estaba pegando y la había quemado. Cuando llegué estaba imposible. Llegué medio enojado y ella, para que yo no le haga nada, me dijo ‘no, me quemé sola’”. “La justicia tenía que hacer valer como que había sido un accidente. Pero nada que ver”, manifestó.

El juicio comenzó el martes 8 de abril y se extenderá durante esta semana. La familia de Ana Calfín pide acompañamiento para visibilizar y reforzar el pedido de justicia.