Primera Parte:

Por Gustavo De Vera, periodista y escritor.

 

La reciente celebración del centenario de la creación de la “Compañía Molino Andes Sociedad en Comandita” funciona hoy  como un disparador para reflexionar sobre el origen de Trevelin y si existe una fecha fundacional que podría estar, también, cercana al centenario

En verdad no es mucho lo que se  conoce en la propia comunidad sobre los hechos que dieron lugar al nacimiento de Trevelin. Cuándo, cómo, y por qué Trevelin nace como pueblo y, en particular, desde cuándo comienza a llamarse “Trevelin”, es lo que propongo responder en este artículo.

Entre 1995 y 2006, junto a Jorge Fiori tuve ocasión de participar en la investigación de la historia de Trevelin y la región. Hemos publicados libros con los resultados de estas investigaciones, muchos de ellos agotados luego de varias reediciones.

Actualmente, Fiori continúa con una exhaustiva investigación que promete arrojar luz sobre muchos aspectos que se tejieron en el origen del Pueblo del Molino.

Mientras tanto, y gracias a su gentileza y autorización, pude conocer de modo anticipado algunos de estos detalles que voy sumando a mis propias indagaciones.

Decir que el origen de Trevelin está estrechamente ligado al Molino Andes podría resultar una obviedad: su nombre (Pueblo del Molino) así  parece confirmarlo. Pero si preguntáramos por qué y de qué modo se dio esa relación, es mucho lo que ha quedado librado a mitos y suposiciones.

Hablamos de un pueblo situado en el corazón de la Colonia 16 de Octubre, en el mayor valle de la cordillera de Chubut. Esta colonia fue creada por el Gobierno Nacional en 1888. Fueron 50 leguas distribuidas entre otros tantos pobladores (en su mayoría inmigrantes galeses o descendientes de éstos) que en 1885 habían contribuido o participado de la expedición de reconocimiento al interior del recién creado “Territorio del Chubut”.

Entre 1904 y 1906 se resuelve y concreta la decisión gubernamental de crear un pueblo de servicios para la colonia, que dará origen a Esquel.

Recién en 1918, ocurren dos hechos fundamentales para el nacimiento de Trevelin: El primero de ellos ocurre durante el mes de marzo, cuando varios pobladores de la Colonia 16 de Octubre, productores de trigo en su mayoría, conforman la “Molino Andes, Sociedad Comandita, de John Daniel Evans y Compañía”. Esta compañía se formalizará ante el escribano Díaz de Vivar, en Trelew, el 2 de noviembre del mismo año.

Como segundo hecho y en forma paralela, tres de aquellos pobladores, John Daniel Evans, Elías Owen y Thomas Morgan, adquieren en sociedad la Legua N° 14 (que había pertenecido originalmente a David Roberts),  y la dividen en cuartos: uno para cada uno de los tres socios, y el restante, es puesto a la venta luego de ser fraccionado en lotes que conforman el singular trazado que hoy reconocemos: una plaza octogonal de la que parten las principales avenidas como rayos de una rueda.

Para que se entienda el contexto socioeconómico de ambos sucesos: J.D. Evans y Elías Owen ya eran socios en una compañía telefónica (¡sí, desde 1916!) que brindaba el servicio a los pobladores de leguas y chacras de la Colonia 16 de Octubre.

Ambos se contaban entre los productores relativamente prósperos que había logrado reunir un capital significativo, al menos para lo que se podía ser en esa época en nuestra zona.

A su vez, desde casi una década antes, J.D. Evans y otro vecino, W. Coslett Thomas, explotaban un molino harinero. No el único, pero uno de los más constantes y productivos. Coslett Thomas vende su parte a J.D. Evans y éste invierte en nuevas maquinarias duplicando la producción de harinas. La prosperidad de ese momento será el escenario para la concreción de la “Sociedad Molino Andes” y la construcción del nuevo edificio cuyos cimientos comenzaron a excavarse en diciembre de 1918 y terminó de construirse el 19 de abril de 1920, cuando el peón Enrique Stoffel, dio el toque final a la obra “putting glass in the windows” (‘colocando vidrios en las ventanas’), según registra como última tarea la Libreta de Tiempo Trabajado del Molino Andes.

En cuanto al surgimiento de un pueblo en torno al molino, merece también un desarrollo que permita conocer su contexto.

Como se dijo, Evans, Owen y Morgan destinan un cuarto de legua a un proyecto inmobiliario. Una idea razonable –entonces y también ahora-, si lo que se pretende es recuperar la inversión realizada al momento de adquirir la totalidad de la Legua 14.

Lo hacen luego de diseñar los lotes y las calles y avenidas partiendo de un punto específico: el ángulo en que la Legua 14 hace esquina con la Legua 15, propiedad de J.D. Evans.

Reténgase este dato: en ese ángulo se encontraba el Mojón N° 11, de la mensura original de la Colonia 16 de Octubre y en el que se tocan las leguas 14, 15, 20 y 21. Un punto en el mapa que conecta toda esta historia.

Allí se fija el centro de la Plaza principal del nuevo loteo. Evans destina un lote de su Legua 15, para poder ampliar la mensura del pueblo, y extender la superficie de la Plaza hasta alcanzar los 180°.  Años más tarde se integraría un lote de la legua 20, también en esquina con el loteo del pueblo, mientras que la Legua 21 está ocupada por el Río Percy en casi toda su extensión lindante con las demás.

 

La actividad en torno de los molinos preexistentes, sumada luego a la construcción del gran Molino Andes, atrajo a un sinnúmero de hombres: albañiles, carpinteros, aserraderos, ladrilleros, molineros, proveedores de alimentos, ayudantes -algunos con sus familias-, que poco a poco se afincaron en las inmediaciones, o bien, adquirieron alguno de aquellos lotes que estaban en venta.

La actividad social y cultural crecía a medida que la población se concentraba rápidamente alrededor de la principal actividad económica, llegando a contabilizarse 739 pobladores en la colonia durante el censo de 1920. Por caso, el Eisteddfod, la mayor expresión de los pobladores  galeses en la Colonia 16 de Octubre, comenzó a celebrarse en 1922, probablemente en las capillas, pero en 1925 ya se realizó en los depósitos de trigo del Molino Andes, acaso porque su espacio fuera mayor que el de las capillas.

 

De modo que a partir de 1918, tenemos cerca de 800 habitantes (Esquel contaba con casi 1500); comienza a construirse el molino y a su vez, hay una mensura y lotes en venta conformando un nuevo pueblo. Pero… ¿Tenía nombre?

(Continuará)

 

 

(“PLANO LOTEO”): Un excelente hallazgo de Jorge Fiori como parte de la investigación que aún tiene en proceso: planos del loteo original del que luego sería el Pueblo de Trevelin en un sector de la Legua 14. Estos planos están fechados entre 1920 y 1922 y nos permiten interpretar que la creación del pueblo fue planificada de antemano.