Cooperativa textil necesita ayuda para continuar trabajando

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Un grupo de mujeres lleva adelante este emprendimiento hace casi 20 años. Conformaron la cooperativa de trabajo tras el cierre de la empresa Texcom y hoy necesitan la ayuda de la comunidad para seguir funcionando. El 8 de octubre realizarán un matebingo en la Escuela 112 para poder comprar tela y arreglar una máquina.

La cooperativa textil “Confeccionistas Unidas de Esquel (CUE) nació tras el cierre de la empresa Texcom en el año 2002 donde alrededor de 200 personas quedaron sin trabajo. El panorama era desolador y angustiante. Un grupo de mujeres se resistió a bajar los brazos y decidió unir fuerzas para salir adelante. En 2003 lograron conformar la cooperativa de trabajo y ser las dueñas de su propio destino. Comenzaron siendo 15 trabajadoras con un rollo de tela, una vieja máquina y un desfile de presentación. Hoy, casi 20 años después, diseñan indumentaria de calidad para colegios, instituciones, clubes y vecinos. Sin embargo el trabajo ha mermado en el último tiempo y la pandemia ha sido uno de los mayores obstáculos que tuvieron que superar.

Actualmente son cuatro las trabajadoras – Silvia, Mabel, Gloria y Patricia- que con mucho esfuerzo sostienen este proyecto cooperativo y necesitan el apoyo de la comunidad para continuar haciéndolo y no bajar los brazos. El escenario económico actual se ha presentado como un nuevo escollo a sortear porque se les hace muy difícil comprar la tela con los elevados costos que varían semana a semana. También necesitan reparar una máquina bordadora, que es muy importante para su trabajo, y deben enviarla a un mecánico en Santa Fe.

Silvia Suárez manifestó en diálogo con La Portada que “decidimos organizar un matebingo porque la situación está bastante complicada y nos está costando mucho conseguir la tela”. En este sentido explicó que la mayoría de las fábricas con las que trabajan venden la pieza cerrada y cada una cuesta alrededor de 90 mil pesos.

Tenemos pocas ventas y la mayoría de la gente pide trabajos individuales, entonces ya no tenemos pedidos en cantidad como antes. Muchos de los conjuntos deportivos los mandan a hacer afuera porque supuestamente es más barato pero en realidad no es tan así”, expresó la trabajadora textil.

Silvia contó también que necesitan juntar plata para poder arreglar una máquina bordadora que la tienen parada desde la pandemia. “Tenemos que enviarla a Santa Fe, en su momento la reparación nos salía 30 mil pesos y ahora debe ser mucho más. Pero necesitamos arreglarla porque nos limita para hacer otros trabajos”, planteó.

El matebingo será el 8 de octubre a partir de las 14.30 horas en el SUM de la Escuela N° 112 de la ciudad de Esquel. El valor del cartón es 500 pesos y cuenta con 5 rondas. Habrá importantes premios en juego y servicio de buffet. “Invitamos a la comunidad a participar de este evento, van a pasar una linda tarde, se van a divertir mucho y van a colaborar con nuestro proyecto”, destacó.

Silvia se mostró muy agradecida con los comerciantes que colaboraron con los premios como El Pato Indumentaria, Acacia, Chocolatería Braese, Distribuidora Nahuelpan, Distribuidora Mateo, Serra, María Castaña, Florería El Notro, Paola Perfumería, Buena Pata, Agencia 7001, Farmacias Social y Dasu, Huerta y Campo, Suyai Hue, Decora, Esencia, Verde Agua, Dirección de Pesca, Rosita Contrera y despensas de los barrios.

Aún están necesitando ayuda para armar las canastas de comestibles y la de limpieza. Quienes quieran colaborar o adquirir un cartón, pueden acercarse a Roca 654 o comunicarse al 2945-564678.

“Hace 20 años que estamos de pie y queremos cumplir el sueño de tener nuestro propio espacio para trabajar tranquilas”, sostuvo Silvia. La cooperativa textil cuenta con un terreno que le otorgó el gobierno provincial durante la gestión de Martín Buzzi pero no han podido avanzar con la construcción de un edificio. “Tenemos la esperanza de poder tener nuestro local antes de jubilarnos y que alguien pueda continuar con este proyecto”, aseguró.

Por último Silvia confió que “nosotras la peleamos desde el principio y todo los días le ponemos el hombro para que el proyecto no caiga. Yo, en lo personal, todos los días vengo ilusionada, sé que vamos a salir adelante, me gusta lo que hago y espero que la comunidad nos entienda, nos ayude y nos acompañe en lo que pueda”.