“Esa responsabilidad que tenemos al trabajar con niños y adolescentes no se ve reflejado en el salario que percibimos”, remarcó Candela Bagnato.

Los trabajadores del Servicio de Protección de Derechos reclaman al Gobierno provincial el cumplimiento del acta acuerdo firmada los primeros días de agosto mediante la cual se concretaban los pases a planta permanente en un plazo de sesenta días. 

Cabe destacar que dicho acuerdo no fue cumplido por el Gobierno lo que originó, vencido el plazo, el inicio de las medidas de fuerza que se extendieron durante la semana pasada.

Candela Bagnato, trabajadora del Servicio, en declaraciones a La Portada sostuvo que “el 5 de agosto se firmó un acta acuerdo en la cual el Gobierno se comprometía que en el plazo de 60 días se iban a concretar los pases a planta”. Y agregó que “ese plazo se venció el 5 de octubre y es por eso que se realizaron medidas de fuerza”. Indicó, además, que el reclamo de pases a planta beneficiaria a “7 trabajadores en Esquel y en Trevelin otros tantos porque vamos todos en el mismo expediente”.  

Destacó, asimismo, la importancia de los pases a planta señalando que “mejoraría nuestro salario. Ahora apenas cobramos 30 mil pesos cuando la Canasta Básica – que no incluye el costo de un alquiler – está 70 mil pesos”.

Indicó que “allí radica nuestra desesperación para que esto se efectivice lo antes posible” al tiempo que no descartó la realización de nuevas medidas de fuerza en los próximos días. “Tenemos, junto con los auxiliares de educación, los salarios más bajos de la provincia. Hace 20 meses que no aumentan nuestros sueldos. Lo hicieron ahora por decreto en forma unilateral y sin acordar con los sindicatos. Para nosotros el 10% no es nada. No llegamos a fin de mes y tratamos de tener otras changuitas”, remarcó.     

“Las cosas no paran de aumentar y nosotros tenemos un sueldo que prácticamente no se ha modificado. El aumento son solo unos pesos cuando la inflación ya supera el 50%”, manifestó.

Para finalizar fue precisa al sostener que “tenemos nuestros derechos laborales vulnerados. Trabajamos en un área sensible: con chicos que tienen sus derechos vulnerados y son sujetos de violencia familiar o abuso. Esa responsabilidad que tenemos al trabajar con niños y adolescentes no se ve reflejado en el salario que percibimos”.