El director nacional de Articulación Federal del INASE, Gabriel Giménez, pasó días atrás por la ciudad donde mantuvo una reunión de trabajo con referentes de INTA, SENASA y la Subsecretaría de Agricultura del Chubut, entre otros actores.

En diálogo con diario La Portada, anticipó que el Instituto estudia alternativas para “contar con una cara y oficina” en la región de manera tal de lograr un mejor vínculo con demás organismos del sector. “Trabajamos para tener una dependencia aquí”, reafirmó.

Aseveró que a pedido del presidente Alberto Fernández “avanzamos con una agenda federal”, con presencia en todo el territorio nacional. “Mi Dirección tiene justamente ese rol, el de aunar esfuerzo con múltiples instituciones”, acotó el funcionario.

Apuntó además a pensar de forma mancomunada un “modelo de desarrollo productivo e inclusivo” capaz de “atender las necesidades de las economías regionales. Nosotros no sólo nos abocamos al control de la semilla sino que además pensamos el desarrollo a partir de nuevos cultivares”.

Función del Instituto

Reveló luego que el INASE tiene varios objetivos medulares, entre los cuales se encuentra la fiscalización, la promoción y la comercialización de la semilla, siempre respetando la calidad sanitaria de los alimentos.

“También pensamos en un esquema que genere empleo, arraigo local y que esté en perspectiva de un modelo de crecimiento federal, inclusivo y que haya equidad territorial”, manifestó Giménez en la charla concedida a este medio.

Impulso

“Muchísimo”, respondió sin vueltas al ser consultado por La Portada sobre el potencial de la región cordillerana en términos de producción de semillas. “Es tan grande que aún no sabemos realmente hasta dónde llegará”, acentuó, añadiendo que es un campo un tanto virgen, sin explorar demasiado.

Realzó que en la zona hay “desarrollo hortícola, forestal y transpampeano. Pensar en la revolución verde es pensar en las economías regionales. La Patagonia es realmente privilegiada por los recursos naturales y productivos que existen”.

Consideró, por último, que para dar el salto definitivo resta aceitar “la articulación” de las políticas entre los distintos niveles del Estado, las organizaciones y los trabajadores de la actividad. “Se necesita que Nación, provincia, municipios y asociaciones trabajen en planes de desarrollo”, completó.