En la jornada del pasado martes, los vecinos de Esquel, retornamos a la circulación sin tener presente la terminación del Documento Nacional de Identidad (DNI) de acuerdo a las nuevas disposiciones.

La medida llegó con algunas horas de anticipación ya que en primera instancia se suponía que regiría hasta el martes inclusive.

La actual realidad sanitaria en la ciudad permitió tomar la determinación de adelantar el levantamiento de la restricción que llevó a la comunidad a retroceder una fase en los últimos días. La compleja situación surgida, en el marco de la pandemia por COVID-19, en el Hospital obligó a tomar una medida tan necesaria para algunos como cuestionada para otros.

La menor cantidad de casos confirmados nos regresa a cierta “normalidad”, pero ello no implica olvidar las otras medidas de prevención tales como el distanciamiento social, uso de barbijo en espacios cerrados, no compartir mates, uso de alcohol en gel y lavado frecuente de manos entre otras.

La ansiedad por encontrarnos y compartir tiempo en familia y con amigos – especialmente en días de agradables temperaturas – no debe ganarle a la prudencia.

Es claro que todos desearíamos volver a esa “vieja normalidad”, pero cumplir con las medidas de prevención es una obligación para con nosotros mismos, nuestras familias y para con toda la comunidad.

Esta obligación, de ser necesario, debe ser recordada a diario ya que algunos parecen olvidarla e ingresan en una etapa de “relajamiento”. Y ese puede ser un camino que genere nuevas complicaciones para toda la comunidad.    

La responsabilidad social, en este contexto de pandemia, debiera estar por encima de toda ansiedad por reunirse, compartir unos mates, abrazarnos o dejar el barbijo para disfrutar del calorcito a pleno.