Eugenio Aguirre, profesor de Historia de educación media y superior, tallerista de ESI y masculinidades e integrante de Desarmarnos, en diálogo con La Portada se refirió a la temática abordada en el reciente conversatorio organizado por el Instituto de Formación Nº 809 de nuestra ciudad.
“Desde hace algunos años venimos repensando las masculinidades, cómo nos mueve el piso el reclamo feminista y cómo nos interpela a los varones. Al ser docente empecé a especificar las masculinidades en el ámbito educativo y allí aparece la ESI (educación sexual integral) como una herramienta para trabajar las masculinidades desde una perspectiva de género para cuestionar a lo que conocemos como masculinidades hegemónicas en las que se reproducen un montón de desigualdades y nos coloca a los varones en un lugar de privilegio en la sociedad”, indicó.
El docente, residente en CABA, remarcó que “es muy interesante pensar las masculinidades dentro de la ESI. De hecho el tema no está contemplado dentro de la curricula de la ESI que tenemos desde 2006”.
No obstante destacó que “comenzar a problematizar las masculinidades dentro del ámbito educativo tiene que ver con interpelar a las entidades masculinas sobre el rol en la reproducción” de conceptos e ideologías “patriarcales y machistas que son naturalizadas y que los varones docentes podemos reproducir inconscientemente sin naturalizarlas y visibilizarlas”.
“Es una temática que se tiene que trabajar porque también es una manera de interpelar a varones para que empiecen a comprometerse más con estas cuestiones. Hay una deuda de que los varones heterosexuales trabajemos cada vez más por mayores niveles de igualdad y de humanidades más libres a partir del cuestionamiento de nuestros propios privilegios y como docentes varones discutirlo en el ámbito educativo”.
Aguirre remarcó la importancia de abordar el tema con los alumnos para así evitar la réplica “de masculinidades hegemónicas, que se enseñan desde los medios de comunicación, películas y en las familias, que construyen identidades masculinas muy violentas que no queremos”.
“Desde hace cinco años en Argentina comienza a cobrar mayor relevancia la temática de las masculinidades en general. Pero todavía hay poca producción a nivel académico teórico y práctico de experiencias que trabajen de manera concreta. Las que existen se difunden para que se puedan conocer”, manifestó.
Por políticas públicas
Al ser consultado respecto de qué hace falta para instalar el tema sostuvo que “hay que comenzar a tratarlo como un problema social que tiene que instalarse en la agenda pública y que por lo tanto el Estado debe dar cuenta de ello. En los femicidios, por ejemplo, la mirada está en qué hizo la víctima y en el varón realiza ese acto como si tuviera una enfermedad. La realidad es que los varones somos hijos sanos del patriarcado y lo que se hace es por la cultura que nos educó lamentablemente de una manera. También hay que entender que podemos desaprender y promover otras formas de ser varón”.
Para finalizar sostuvo que “las políticas públicas tienen que concientizar y realizar campañas como algunas que ya comenzaron. En lo educativo se debe contar con políticas públicas concretas que posibiliten las capacitaciones como por ejemplo en Ley Micaela destinada a varones. El desafío es que cada vez mayor cantidad de varones puedan comenzar el camino de la deconstrucción en el que haya no sólo una reflexión y cuestionamiento personal, sino también colectivo para cambiar prácticas en los propios grupos de socialización de varones”.