A través del decreto Nº 796/2020 de la presidencia de la Nación, el Gobierno, otorgó una asignación mensual estímulo a trabajadores y trabajadoras que presten servicios en el combate de incendios.

El beneficio, calificado por algunos medios nacionales, como un “premio” alcanza a los combatientes de incendios quienes percibirán durante tres meses un bono de 10 mil pesos. La cifra, tal como era de suponer, es de carácter no remunerativo.      

El artículo 1º del decreto menciona que se otorgará “a los trabajadores y las trabajadoras comprendidos y comprendidas en la Resolución del Directorio de la Administración Nacional de Parques Nacionales Nº 46/01 que presten servicios en el combate de incendios, el pago, en forma temporal, de una asignación estímulo a la efectiva prestación de servicios, de carácter no remunerativa”. Y agrega que “dicha asignación consistirá en el pago de Pesos diez mil ($ 10.000.-) por mes, correspondiente a las tareas prestadas o a prestarse en los meses de octubre, noviembre y diciembre del corriente año, y la misma estará a cargo del Estado nacional”.

El  decreto remarca, asimismo, que “el pago estará sujeto a la efectiva prestación de servicios. Si durante el período establecido el trabajador o la trabajadora no hubieren prestado tareas, total o parcialmente, en forma justificada, la suma a abonar se ajustará proporcionalmente a la efectiva prestación del servicio, con excepción de los casos en los que la licencia fuera consecuencia del desempeño de los servicios prestados en el combate de incendios, en cuyo caso recibirán la asignación completa”.

Si bien en primera instancia esta noticia es buena también es justo decir que esa cifra no compensa en realidad el enorme trabajo que realizan los combatientes de incendios forestales quienes arriesgan sus vidas para salvar otras vidas como así también recursos naturales y materiales en distintos puntos del país.

El Estado nacional intenta con este bono (insuficiente en monto y plazo de cobro) minimizar un reclamo que los trabajadores llevan adelante desde hace tiempo: un salario digno y acorde a sus funciones.   

Quizás en lugar de “correr detrás del problema” como suele suceder sería importante dar verdadera entidad al reclamo salarial que por cierto- como en otros sectores- no es el único. No parece del todo justo acordarse de los combatientes de incendios de los Parques Naciones sólo cuando las llaman se llevan cientos de hectáreas en distintas provincias. Valorar el recurso humano debiera ser una constante en el Estado (ya sea nacional, provincial y municipal) y no una acción coyuntural.