La Asociación Sirio Libanesa, como muchos otros espacios de la ciudad, permaneció cerrada en las primeras semanas de la cuarentena y de a poco comienza a retomar las actividades. No obstante el perjuicio económico es importante y continuar con las diversas acciones supone un esfuerzo personal de quienes la integran.
En diálogo con La Portada, Adel Kerbaje, sostuvo que “reabrimos la institución como el protocolo lo requiere. Estamos trabajando con cuatro profesores en actividad. Se está trabajando con tranquilidad en un espacio amplio”. Destacó que “estamos dando los talleres de danzas folclóricas tradicionales, folclóricas árabes e idiomas. También se acercaron otras profesoras para ver si se pueden ubicar en algún espacio”.
“Cada profesor implementó su sistema propio en relación a los alumnos, pero en general tienen de 13 años en adelante. Se crearon grupos y se les informa cómo será la actividad en este momento de pandemia y que tienen que cumplir con el protocolo”, manifestó.
En relación a las medidas de bioseguridad que se llevan adelante comentó que “cumplimos con el protocolo municipal observando el distanciamiento de dos metros. Se marcó el espacio donde debe estar cada persona con cuadros. No se puede salir de ese espacio ni tener contacto con la persona que está al lado. Una vez finalizada la actividad se hace la desinfección y ventilación del lugar durante media hora. Se hizo un trabajo a conciencia muy interesante que nos da tranquilidad”.
Señaló, en este contexto de declaraciones, que la emergencia sanitaria, ocasionada por la pandemia COVID-19, “es algo que todos desconocemos por lo que debemos ser precavidos”.
Momento complejo
La imposibilidad de alquilar los salones de la Asociación Sirio Libanesa para la realización de eventos sociales como así también la falta de pagos de las cuotas por parte de los socios, a raíz de las dificultades económicas, complejizó las finanzas de la institución. “Estamos realmente mal porque no tenemos ingresos y hay atraso con los insumos que implican tener la institución abierta (lavandina, alcohol en gel, detergente, etc.)”, manifestó.
Y agregó que “nos repartimos entre todos el compromiso para cumplir con esto desde quienes realizan las actividades y la institución”. Indicó, asimismo, que “estamos muy preocupados por el pago de luz y gas. Quizás lo podamos pagar en cuotas. Desde antes de la pandemia los socios ya no podían pagar la cuota. Veníamos golpeados desde hace dos años”.
Para finalizar, manifestó, que “la idea es convocar a los asociados para pensar una forma de recaudar fondos para seguir manteniendo el lugar y que tenga el funcionamiento que corresponde”.