Caneo: “Queremos seguir trabajando sin ninguna persecución”

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A un año de su puesta en funcionamiento, la cooperativa de Remises de Inclusión Social sufrió la baja de la habilitación municipal por no contar con los dos vehículos adaptados que exige la ordenanza. Los trabajadores solicitaron un año de prórroga y el Concejo Deliberante quedó en analizar la situación.

En el mes de mayo del año pasado la Remisería de Inclusión Social, ubicada en el barrio Buenos Aires, fue habilitada para trabajar en la ciudad de Esquel, pero el pasado 24 de mayo desde el municipio le suspendieron la licencia, tras una inspección, por no contar con los dos vehículos adaptados.  

César Caneo, integrante de la Cooperativa de Trabajo “Remises de Inclusión Social”, contó en diálogo con La Portada que “el dueño de uno de los vehículos adaptados se fue sin dar explicaciones y el otro vehículo adaptado volcó en un viaje a El Bolsón donde sufrió destrucción total y quedó fuera de servicio”.

En este sentido aclaró que “no es que uno no quiera conseguir los vehículos, sino que hoy la situación económica del país no nos lo permite porque hoy ninguna persona puede comprar un vehículo 0 kilómetro y menos para adaptarlo”.

De todos modos, Caneo comentó que se encuentra pagando un plan para acceder a la compra de una Kangoo, aunque reconoció que no es nada fácil conseguir hoy en día el dinero para cumplir con la flota de autos que exige la ordenanza municipal.

Yo siento que hay una persecución personal por parte del director de Tránsito, Carlos Carrasco, porque no lo hace con todas las remiseras. Hay vehículos destruidos que siguen circulando libremente y no los suspenden”, planteó.

Ante la suspensión de la habilitación, la Remisería de Inclusión Social presentó un pedido de prórroga ante el Concejo Deliberante. “Pedimos que nos dejen trabajar más allá de que no podamos concretar la flota que exige la ordenanza”, remarcó.

Asimismo explicó que “solicitamos un año de prórroga para poder conseguir durante ese periodo los dos vehículos adaptados que faltan o pedir la modificación de la ordenanza para que sólo se nos exija uno, dada la situación económica porque si no eso siempre nos va a tener contra las cuerdas”.

Hoy la suspensión de la remisería afecta a 7 familias, entre operadores, choferes y dueños de autos. A su vez los trabajadores de la Remisería tienen que afrontar el pago del alquiler del local y de los impuestos a pesar de no estar trabajando.

Dependemos de la voluntad de los concejales para tratar el tema. Ya nos reunimos con ellos en la Comisión de Transporte, les comenté que estaba pagando una Kangoo y me pidieron que les presentara un comprobante de pago”, precisó.

Ahora queda esperar que el Concejo Deliberante le dé tratamiento a la solicitud de prórroga. Sólo queremos trabajar sin persecución alguna, pero los tiempos de ellos no son iguales que los nuestros, así que estamos a la espera de su decisión, expresó.

Para finalizar, Caneo afirmó que “uno cuando quiere trabajar hace lo que puede pero hasta donde puede sin hacer daño ni perjudicar a nadie, pero ya no puedo más. Le dije a los concejales que si no podemos poner los vehículos, van a ser los responsables del cierre de la remisería porque nos están asfixiando”.