Los emprendedores Micaela Pérez y Nicolás Armas abrieron el año pasado la primera cafetería móvil en la ciudad, en la Plaza del Cielo, pero ante las medidas preventivas por la pandemia del COVID-19 tuvieron que cerrarla. Aún no saben cuándo podrán volver al ruedo pero lejos de quedarse con los brazos cruzados, decidieron reinventarse desde su casa. Además de cocinar viandas diarias y todo tipo de pastelería, incursionaron en la comida internacional y con sus platos te invitan a viajar por el mundo.

No es la primera vez que se enfrentan a una crisis económica y un nuevo desafío. Micaela y Nicolás eran dueños de la confitería Dimitri, que estuvo ubicada en la esquina de Belgrano y Rivadavia, pero tuvieron que cerrar sus puertas tras enfermarse su hija y dedicarse a su recuperación. Nunca dejaron de trabajar y siguieron atendiendo pedidos a domicilio.

Una vez superada esa situación, tuvieron la idea de inaugurar la primera cafetería móvil en la Plaza del Cielo bajo el nombre de Nanita B&C, siempre con la firme convicción de continuar apostando a la ciudad. Allí lograron cosechar una importante cantidad de clientes por sus riquísimas elaboraciones dulces y saladas como así también por su variedad de café inigualable. Pero una vez más el destino los puso a prueba con el anuncio del aislamiento obligatorio por la pandemia. 

Teníamos un foodtruck en la Plaza del Cielo que no pudimos abrir por la cuarentena entonces empezamos a buscar la manera de reinventarnos desde casa y como tenemos la cocina habilitada empezamos a ver cómo podíamos seguir trabajando”, confió Micaela Pérez en diálogo con La Portada.

Micaela y Nicolás comenzaron a hacer viandas diarias, pastelería y hasta se animaron a incursionar en la cocina internacional. “A pedido de una clienta, que nos consultó si hacíamos comida china, decidimos arrancar a hacer diferentes platos y si no nos salía lo íbamos a comer nosotros pero la verdad que la respuesta de la gente fue buenísima”, aseguró.

La emprendedora sostuvo que le piden cocina china, árabe y mexicana. “Yo ya había hecho esto cuando estudiaba cocina pero nunca para vender y mucho menos en Esquel, siempre era para nosotros y la familia“, relató.

Hace más de un mes que se encuentran ofreciendo todos los sábados esta alternativa para quienes quieren degustar la gastronomía internacional. “La respuesta ha sido muy buena y cada vez se suma más gente. Muchos nos encuentran en la calle y nos consultan. Nos pueden contactar a través de nuestras páginas de Facebook de Dimitri y Nanita B&C o al teléfono 2945-5552882“, indicó. 

Micaela admitió que el primer mes de la cuarentena fue muy difícil para la economía familiar. “Nosotros somos una pareja con dos hijos, yo trabajaba en un restaurante que cerró momentáneamente y ya no entraba plata en el foodtruck así que fueron días de mucha incertidumbre pero no bajamos los brazos y decidimos reinventarnos”, expresó.

Siempre se pregona que de las crisis surgen las oportunidades y así lo fue para Micaela y Nicolás. “En estos tiempos de cuarentena, donde lamentablemente muchos negocios han cerrado, nosotros estamos trabajando más que antes inclusive”, contó optimista.

La emprendedora reconoció que iniciaron este nuevo proyecto con un poco de miedo porque decidieron invertir en él sus últimos ahorros pero funcionó y hoy lograron salir adelante. “Al tener vehículo pudimos hacer muchos envíos y eso nos ayudó mucho”, remarcó.

También elaboran comida tradicional pero siempre tratan de ofrecer algo distinto a los demás. “El 25 de Mayo hicimos empanadas humita ya que todos ofrecían locro y tratamos de cocinar otros platos para quienes quieren probar algo diferente”, precisó.

Por último Micaela aseguró que “en nuestro país hay que reinventarse en cada momento y no dejarse caer. Puede ser todo muy difícil pero teníamos que meterle para adelante por nosotros y por los niños que dependen de nosotros. Todavía no tenemos noticias de cuándo podremos volver con la cafetería móvil porque estábamos en una plaza pero por ahora decidimos poner todo sobre la mesa y hacer algo ya que no sirve ponerse mal. Si  uno tiene el conocimiento y las herramientas puede salir adelante”.