Con 14 años recién cumplidos, Valentín Roo, quien se formó como arquero en Independiente Deportivo de Esquel, fue convocado para ser parte de la novena de Boca Juniors. El lunes pasado firmó el contrato con el club y ya comenzó con los entrenamientos deportivos. “Es una experiencia única y lo importante es que la disfrute más allá del resultado que tenga”, aseguró su papá.

Valentín Roo nació en Esquel y a los 4 años comenzó a jugar al fútbol en el Club Independiente Deportivo. Su puesto de arquero lo encontró luego de haberse probado en el mediocampo. “Siempre lo hizo muy bien, tuvo esa cuestión natural de destacarse por eso y con el correr de los años se fue perfeccionando”, recordó su papá, Gustavo Roo, en diálogo con La Portada.

Sostuvo, además, que el joven recibió mucha ayuda del club para prepararse como arquero con entrenamientos específicos. “Fue una experiencia muy buena para él como jugador como así también para nosotros como padres. Estamos muy agradecidos con la Comisión Directiva y los profesores por los valores que le transmiten a los chicos a lo largo de toda la carrera que hacen en la institución”, destacó.

Este año fue convocado a la Selección de Chubut Sub 15 para jugar los Juegos Epade. Durante una concentración un grupo de captadores de Boca Juniors lo observaron atajar en los entrenamientos y lo convocaron para un selectivo que se llevó a cabo a fines de mayo. Estuvo durante tres días en el club con chicos de todo el país y hace un mes lo llamaron para avisarle que había quedado seleccionado para jugar en la novena.

“Valentín lo tomó más tranquilo que nosotros, los padres”, confió entre risas Gustavo. Al tiempo que señaló que el joven se encuentra muy contento por la convocatoria. “Nosotros como papás nos sentamos con él cuando se oficializó el ofrecimiento y le preguntamos qué quería hacer, si se animaba a afrontar el desafío, y le dijimos que lo íbamos a acompañar en cualquiera que fuera su decisión”, expresó.

Valentín no dudó en asumir el desafío y aceptar la propuesta. “Nos dijo que era algo que le gustaba y que tenía que aprovechar esta oportunidad que es única”, relató su papá, quien resaltó que su hijo “tuvo suerte y anduvo bien”. 

Finalmente el lunes pasado se concretó la firma del contrato entre el jugador, los padres, Independiente Deportivo y Boca Juniors. En tanto el martes el joven comenzó con los entrenamientos y ya se encuentra viviendo en la pensión del club donde la premisa fundamental es tener un buen rendimiento en la escuela. En este sentido Gustavo se mostró muy agradecido con la Comisión Directiva de Independiente Deportivo por la buena predisposición y las gestiones realizadas para que esto sea posible.

“Valentín está muy tranquilo, seguro y relajado. Para nosotros es dificilísimo dejarlo, nos parte al medio, pero lo tenemos que apoyar porque fue su decisión y es una oportunidad única”, manifestó orgulloso.

Además reconoció que “son cosas que se dan en un abrir y cerrar de ojos, no fue algo planificado ni buscado. No fue a probarse sino que lo llamaron y se dio todo muy rápido. Hace un mes estaba probándose y hoy ya forma parte del club. Seguramente fue algo soñado por él y se le hizo realidad”.

Valentín antes de ser convocado por Boca Juniors había estado entrenando dos semanas en Estudiantes de La Plata donde había obtenido muy buenos resultados pero no se dieron las condiciones para que se pudiera quedar en la pensión. Una señal del destino.

Por otra parte su papá valoró el puesto que tiene su hijo dentro de la cancha. “Ser arquero es complicadísimo y muy ingrato porque pasás de héroe a villano en un abrir y cerrar de ojos. Tenés que tener la cabeza muy fría”, opinó y aseguró que Valentín tiene las condiciones necesarias para serlo. “Él es muy tranquilo, muy frío y no se pone nervioso. Cuando veníamos para Buenos Aires, le pregunté si no sentía nervios y me dijo que no. Estaba más contento que nervioso”, declaró.

Por último, Gustavo destacó que “lo más importante es que disfrute porque es una experiencia única más allá del resultado que tenga”.