Es empleado del Ministerio de Familia, creció en el barrio Ceferino y allí tomó contacto con la necesidad de sus vecinos comenzando muy joven con una intensa labor social. Actualmente presidente el Grupo Joven Ceferino Namuncurá, sueña con recuperar la cultura del trabajo y con la construcción de un Polideportivo donde los niños y jóvenes del barrio puedan realizar actividades deportivas y culturales.

Su nombre es Miguel Millanao y en esta entrevista con La Portada relata sus inicios en la labor social, sus aspiraciones de una mejor calidad de vida para los jóvenes y – entre otras cosas – la necesidad de recuperar el ámbito de la familia como base de la sociedad y ámbito en el que se inculquen valores que nos permitan ser mejores ciudadanos.    

La Portada: ¿Por qué decidió dedicarse al trabajo social?

Miguel Millanao: Desde muy niño comencé en esta tarea de ayudar al prójimo y creciendo con esa mentalidad de poder cambiar la realidad de otras personas inculcando valores que uno había adquirido. La idea fue mostrar que hay una realidad diferente: no todos debemos ser albañiles (sin denigrar el oficio) o estar en las esquinas divirtiéndonos mal. Queríamos mostrar que hay otra forma de vivir y de salir adelante siendo partícipe de la realidad de Esquel y de nuestro barrio.

L.P: ¿Cómo surge el Grupo Joven Ceferino?

M.M: Comenzamos a nuclearnos y con la hermana Mercedes – quien nos incentivó a trabajar socialmente y a tomar responsabilidades – nos fuimos conformando para ayudar. Adquirimos elementos para brindar una copa de leche en el Centro Comunitario contando con la ayuda de la Iglesia. Con el tiempo tuvimos entre sesenta y ochenta chicos a los que les dábamos la copa de leche los días sábados y domingos. Nos trasladamos a mi domicilio y dábamos la leche en el patio, pero la casa no daba para tener tantos chicos. Así pensamos en que debíamos tener un espacio para nosotros en el mismo barrio. Solicitamos al municipio hacer los Campeonatos San Cayetano y con los fondos recaudados compramos los insumos para dar la copa de leche y tener elementos de cocina. Para tener el espacio – luego – propio recurrimos al Municipio y este es el lugar donde el Grupo hoy tiene su sede. Decimos luego tener la Personería Jurídica para tener el lugar en forma definitiva y lo pudimos lograr surgiendo, en 2004, como asociación civil sin fines de lucro.

L.P: ¿Qué actividades organiza actualmente el Grupo Joven Ceferino?

M.M: No sólo estaba la posibilidad de dar la copa de leche a los niños, sino también formarlos mostrándoles que hay otra realidad e inculcándoles los valores de la familia. Comenzamos con las actividades deportivas porque era una atracción para los niños y jóvenes. Después fuimos dando clases de apoyo, talleres de telas y – además- el salón está disponible para la realización de eventos sociales para lo cual se debe abonar una cuota ya que se deben pagar los servicios del lugar.

  1. P: ¿Cuáles considera que han sido hasta el momento los mayores logros del Grupo?

M.M: El mayor logro del Grupo es mantenerse en el tiempo y tener el reconocimiento de la ciudad. A nosotros el Grupo nos llevó a otro nivel de comprensión: dejar el “yo” por el “nosotros”. Estos son valores que fuimos adquiriendo y transmitiendo. Nos ha transformado en mejores personas para la sociedad de Esquel.

L.P: ¿Cuáles son los proyectos futuros?

M.M: Nuestro próximo proyecto – que es algo ambicioso – es tener un Polideportivo para el barrio. La intención es tener otro lugar cerrado para que se puedan realizar distintos deportes como así también actividades artísticas y  culturales. Queremos que los jóvenes tengan el incentivo de encontrarse en el Club y borrar eso de reunirse en las esquinas para consumir bebidas alcohólicas y estupefacientes. Esta es una realidad del barrio que se puede palpar todos los días. La falta de trabajo hace que la  familia se desintegre y que los chicos estén en las esquinas.

L.P: ¿Qué inquietudes plantean los jóvenes?

M.M: El descreimiento de los jóvenes sobre el futuro está muy a la vista. Se quiere tener un celular último modelo o zapatilla de marca sin trabajar. Les decimos que eso no es tan necesario o que se pueden conseguir con esfuerzo. Es muy difícil luchar porque los referentes que deben dar esperanza – según las noticias – se llevaron cosas que no son de ellos y nos perjudicaron como sociedad.

L.P: ¿La realidad familiar es lo más difícil de trabajar con los jóvenes?

M.M: Si, porque nosotros los tenemos dos horas en el salón y se portan muy bien. El ida y vuelta es muy importante, pero el resto de las horas es de la familia. La familia – como institución- se ha perdido. Si no se parte de esa base la cual deben considerar los dirigentes es muy difícil tener una sociedad con progreso o posibilidad de futuro. Hay  generaciones que no tienen un rumbo y ya tienen familia. Los que gobiernan deben trabajar para el bien de todos  y no para algunos porque todos tenemos necesidades.

L.P: ¿Cree que el Estado debería acompañar más las políticas relacionadas con los jóvenes?M.M: Si, tiene la obligación de acompañar y de volver a las fuentes haciendo hincapié en ganarse el pan con el sudor de la frente recuperando la cultura del trabajo. Si no se puede terminar la escuela hay que ser el mejor en el oficio que se elija y para esto debe haber obra pública. Hay que inculcar también que se puede ser médico, ingeniero, etc. No se puede tener una sociedad mantenida o que los valores no sirvan. Todo tiene relación con el trabajo para realizarnos como seres humanos.