El ministro de Economía, Alejandro Garzonio, recibió en su despacho a diario La Portada y repasó el complejo panorama financiero de la provincia. Admitió que el pago escalonado es la “única forma” de afrontar hoy las obligaciones salariales y dijo, además, que su objetivo es hacer eficiente el uso de los recursos públicos.
El contador esquelense asumió al frente del Ministerio en el marco de una verdadera tormenta económica, y política también. No le sorprende la situación actual de Chubut. “Se veía venir”, soltó sin dudar. Su sinceridad al respecto le valió críticas del dasnevismo puro. “Lo que estaba pasando era crónica de una muerte anunciada”, reafirmó Garzonio.
Entendió que no hubo una reacción a tiempo y que durante el último año de la gestión “no se puso el problema arriba de la mesa”. Coincidió con el polémico jefe de ministros, Sergio Mammarelli, cuando hace un par de meses señalaba que Chubut estaba peor que Santa Cruz, declaraciones que cayeron como un balde de agua helada en el Gabinete de aquel entonces.
“Lo primero que debe hacerse es reconocer el problema para actuar en consecuencia”, subrayó y rescató que en este primer trimestre del año comenzaron a desplegarse medidas tendientes a optimizar el gasto. Aseguró que su idea madre es “eliminar los excesos” que existen en la estructura del Estado, es decir hacer eficaz el uso de los recursos.
Dejó en claro que el Estado debe ocuparse básicamente de brindar seguridad, educación, salud y justicia. “Son los pilares básicos”, planteó y lamentó que en otras épocas la Administración Pública “se agrandó demasiado en áreas que no hacen a la esencia”, generándose “excesos” que luego fueron convirtiéndose en costumbre.
Pago escalonado
El esquema utilizado por el Gobierno Provincial para abonar los sueldos del personal generó un fuerte e inmediato rechazo. Hay unanimidad en el reclamo. Al respecto, Garzonio aclaró que “pagar escalonado no es un capricho” y que en la actualidad supone “la única forma” de hacer frente a las obligaciones.
La medida es dolorosa y antipática. Lo sabe perfectamente. Pero repite que las finanzas chubutenses son delgadas y “permiten eso”. Precisó en la entrevista concedida a este medio que la masa salarial, entre activos y pasivos, trepa a los 1800 millones de pesos. El monto representa un 90% del presupuesto, aproximadamente.
Sostuvo que de este gris escenario se sale atacando todas las variables. No descuidar nada. El desafío incluye: hacer eficiente el gasto, aumentar los recursos, mejorar el perfil de la deuda, los vencimientos, lograr mayores plazos y obtener otras tasas. “Hay que ir por todas las opciones para transitar este camino que es muy espinoso y difícil. Entendemos que es la única que queda”, manifestó.
El funcionario señaló que el conjunto de los actores políticos (sindicatos, legisladores, cámaras empresarias, etc.) deben ser consientes de la realidad financiera y que no es patrimonio exclusivo de un determinado sector sino que por el contrario afecta a todos. “Chubut tiene el potencial para salir adelante. Pero acá nadie se salva de forma individual”, acotó.