Durante los días 30 y 31 de mayo, la ciudad de Esquel se transformó en el epicentro del blues patagónico. Con una audiencia cálida y entregada, artistas de distintas regiones del país, y una atmósfera de camaradería auténtica, se celebró la tercera edición del Esquel Blues Festival, un evento que ya se consolida como un hito cultural de referencia en la región.
La primera noche comenzó con una energía que fue creciendo tema a tema. Fue la oportunidad para el debut como solista de Emiliana Duflós, joven artista nacida en Neuquén y actualmente radicada en Buenos Aires, que ofreció un show lleno de frescura, actitud y elegancia. Acompañada por Good Fellas —Pablo Mermoud (guitarra), Sebastián Romero (bajo), Diego Decara (batería) y Damián Duflós (guitarra y armónica)—, Emiliana brilló con su voz y washboard, recorriendo con naturalidad los caminos del blues, soul, rockabilly, rock’n’roll y swing, en un repertorio vibrante y emocional que conmovió al público.

Luego fue el turno de Gabriel Grätzer, quien presentó un verdadero recorrido histórico y sonoro por el blues, desde sus raíces rurales hasta los sonidos eléctricos de las grandes ciudades. Acompañado por Damián Duflós, Alberto González y Pablo Alonso, ofreció una clase magistral en forma de concierto, que emocionó y enseñó en partes iguales. El cierre de la noche fue una jam session con músicos invitados de Trelew y Comodoro, que además sirvió como anticipo de lo que sería la segunda jornada del festival.
En tanto la segunda noche comenzó a sonar con un auditorio colmado, expectante y totalmente sintonizado con el ambiente propuesto por las bandas.
Halftime Blues, desde Comodoro Rivadavia, abrió la velada con un repertorio impecable de blues tradicional, logrando una conexión inmediata con el público.

A continuación, la Damián Duflós Blues Band, anfitriona del festival, mostró todo el poder y el refinamiento del early electric blues, e invitó nuevamente a Emiliana Duflós a sumar su voz y washboard en tres canciones, regalando un momento de alto vuelo escénico y emocional.


El cierre quedó en manos de JR y La Hora del Blues, desde Trelew, quienes ofrecieron un show contundente y sensible, con canciones propias en castellano que dibujaron imágenes del Valle del Río Chubut, con lirismo y fuerza. JR, con carisma y presencia, terminó de coronar la noche con una entrega que quedará en la memoria colectiva.
La despedida fue a lo grande: una jam con todos los músicos en escena, interpretando el clásico “Sweet Home Chicago”, transformando el Auditorio Municipal en un verdadero juke joint patagónico, y rindiendo homenaje al espíritu de Robert Johnson.

El Esquel Blues Festival 2025 fue mucho más que un festival, fue una celebración colectiva, una fiesta cultural y un hito emocional para artistas y público.
Un evento que seguirá resonando en quienes lo vivieron, y que se proyecta como una plataforma de expansión y encuentro para el blues argentino en el sur del país.
Con compromiso, pasión y gestión cultural independiente, Damián Duflós reafirmó una vez más que Esquel es tierra fértil para el blues, y corazón de la escena patagónica.
