Opinión: Salud Mental…  no sin la locura de cada uno

0

Por Dr. Esteban Pikiewicz

Médico Psiquiatra

Jefe Servicio de Salud Mental-HZE a/c       

Como cualquier palabra, “salud mental” depende de que entendamos qué quiere decir. A un nivel, tiene que ver con la sanción de la Ley 26657, pionera y ejemplar en la materia en nuestro país, fundada en la ideología de los derechos humanos. En otro

plano, es una política de orden sanitario y ministerial. Y, por último, está el sentido común, la idea que la ciudadanía y cada quien se hace de eso.

Son estos tres aspectos los que se relacionan y entrecruzan, en lo que los profesionales del equipo interdisciplinario del Servicio de Salud Mental del Hospital Zonal de Esquel, estamos involucrados diariamente. Aclarando, que, en esa tarea silenciosa y cotidiana, se prioriza dar lugar, alojar y contener de la mejor manera posible, con abnegación y en el marco de respeto a los derechos humanos, al sufrimiento y los síntomas de cada persona.

Esta última cuestión es clave. Dado que, si bien vivimos en un mundo actual, que en líneas generales apunta a una vida en común, donde abundan (y casi podría decirse desbordan) todo tipo de recomendaciones, reglamentos, normativas, protocolos, etc. de cómo vivir; es justamente el aspecto de la vida más íntimo, privado y personal (donde todos somos diferentes), el que confirma que ningún humano es igual a otro. Y agregamos, es difícil que, en ese nivel, se pueda recomendar un “protocolo”.

Es esa “diferencia” la que nos enseña, que, en eso, cada uno es un poco “loco”. Loco quiere decir que cada persona tiene una propia historia personal, inigualable e incomparable; vivencias y experiencias de dolor y/o traumáticas que no pueden equipararse a cualquier otra, aunque sean similares; versiones personales acerca del sentido de su vida, sus anhelos, frustraciones, etc.

Se trata justamente de no idealizar, maneras de pensar que supondrían que hay una “normalidad” en el vivir o la contracara también. No hacer de la “locura” o de o “normal”, una apología. Porque, así como es dudoso que haya “normalidad” dado que las enfermedades mentales siguen existiendo, conocemos y sabemos que hay locuras creativas, divertidas, admitidas socialmente, como otras (que sin necesidad de ser experto en la materia), la realidad actual nos muestra, sus condiciones críticas, peligrosas y hasta fatídicas, tanto personales como grupales.

Por eso es que se trata de promover y atender a los problemas de salud

mental en el marco de los derechos humanos, sin segregación; pero no sin la locura de cada quien. Aquello que nos vuelve irrepetibles, inigualables y que, para resolver cada dilema, sepamos que no hay recetas. Hay que inventar.

Imagen: Retrato de Narciso – Caravaggio.