San Martín, un club con pasado, presente y futuro

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El “rojo” es una de las instituciones deportivas más antiguas de Esquel y la zona cordillerana. Fue fundado en la década del 30 por un grupo de vecinos pioneros. Más de 90 años después, el club goza de buena salud y sus más de 300 chicos en plena actividad así lo acreditan. Hoy tiene una amplia variedad de disciplinas y proyecta obras para crecer.

El 2023 llegó plagado de desafíos para San Martín. Desde hace un par de años las riendas las lleva una comisión directiva (encabezada por Juan Manuel Freeman y secundada por Diego Campos) que se trazó varios objetivos a corto, mediano y largo plazo, algunos ligados estrictamente a lo deportivo y otros que trascienden las fronteras de la competencia. 

Diario La Portada conversó con Gabriel Sánchez Albornoz, integrante de la comisión directiva, sobre la situación actual de la entidad. Habló sobre las actividades del verano, las propuestas para grandes y chicos, las obras de infraestructura ejecutadas y las que aún están en marcha, la necesidad de fortalecer el esquema de socios, entre otros temas.

“Ya venimos definiendo lo que vamos a realizar en el transcurso del año”, explicó entusiasmado este joven abogado. Los lineamientos de trabajo para estos meses fueron abordados en la primera reunión institucional celebrada días atrás. 

Reconoció que hoy el foco de atención está puesto en el comienzo de las actividades regulares. Superado el habitual receso de verano, los profes se ponen en marcha. Durante la primera quincena de febrero arrancan a jugar las infantiles y la primera división de fútbol, la disciplina que atrae al grueso de los chicos.

Otro de los fuertes del “rojo” es el básquet, que tiene en Daniel “el Ruso” Kees a la cara visible. “Ahora estamos participando de una especie de pre-federal que es interesante”, precisó, destacando que tendrá la participación no solo del plantel de mayores sino también del resto de las categorías. El certamen demandará varios viajes por la Patagonia.

La oferta no se reduce al baloncesto y al fútbol. San Martín tiene natación, hockey pista y patín. Haciendo una cuenta rápida, son alrededor de 300 los niños, adolescentes y jóvenes que visten los colores del rojo. Es un número interesante y auspicioso teniendo en cuenta que el deporte es una poderosa herramienta de contención social y desarrollo personal.

“Hoy tenemos chicos que residen en diferentes barrios de la ciudad, el Badén, Ceferino, Mataderos, etc.”, subrayó Sánchez Albornoz en la nota concedida a este medio, resaltando al mismo tiempo que las puertas de la entidad están abiertas de par en par para todos, sin distinciones de ningún tipo. Es un principio rector.

En lo que refiere al plano deportivo, en este primer tramo del 2023 “pretendemos  competir en todas las categorías y conseguir buenos resultados” al final de los torneos, apuntó el dirigente en la charla con La Portada. Aseveró que, en ese contexto, es de suma importancia el aporte de los profesores y cuerpos técnicos. 

Obras

Por otro lado, recordó que la actual comisión directiva está desde el 2019. En el medio atravesaron una difícil pandemia y las vicisitudes económicas que la contingencia sanitaria trajo. Pero ese complejo escenario no impidió avanzar en mejoras puntuales a nivel de infraestructura. Así fue que se trabajó mucho en el gimnasio de las dos avenidas.

En el complejo de Fontana y Alvear se cambió parte del parqué y ahora “estamos haciendo el cepillado de la cancha para colocar una laca especial” que exigirá una erogación importante de dinero, informó. A su vez, en el gimnasio se renovaron los sanitarios de caballeros y damas. “Todo lo realizamos con fondos propios”, valoró.

Mencionó luego que en el predio del barrio Badén avanza la obra de las tribunas y los vestuarios. Hoy está en un 60%, aproximadamente. Lógico, el principal obstáculo para terminar el ambicioso proyecto es el acceso a financiamiento. Una ayuda del Estado -en sus distintos niveles- aquí se presenta como fundamental.

Señaló que el club estuvo cerca de colocar el césped sintético en la cancha del Badén. El municipio, finalmente, decidió redireccionar los fondos. Esta decisión no cayó nada bien puertas adentro. Sabido es que la alfombra abre un sinfín de oportunidades, desde aumentar las horas de juego, hasta permitir engrosar las finanzas con el alquiler.

En otro orden, contó que resultaron beneficiarios del programa Clubes en Obras impulsado por el Estado nacional.  “Así pudimos avanzar con las tribunas. Esto es algo que viene de la gestión anterior. Hicimos los baños para los árbitros y vestuarios para el equipo visitante. Queda el vestuario y sanitarios del sector local”, repasó.     

Como sucede en la gran mayoría de los clubes del país, el tema de la economía en San Martín es una preocupación latente. Los ingresos siempre son finitos y dependen, en gran medida, de la cuota societaria, los espacios publicitarios y el alquiler de los bienes inmuebles, principalmente el del gimnasio. Y los egresos aprietan.