Marta Lorena Acheritobehere padece insuficiencia renal crónica y se encuentra en tratamiento de diálisis extracorpórea tres veces a la semana. En diciembre de 2020 se radicó en Esquel pero por una infección en su catéter pide ser derivada a Trelew para ser atendida con un cirujano vascular. Ante la falta de respuestas, denunció a la obra social Seros y al gobierno del Chubut por abandono de persona.
Preocupada por su estado de salud y la falta de respuestas de su obra social, Marta Lorena Acheritobehere se acercó a la redacción de La Portada para hacer público su reclamo. Desde que nació sufre insuficiencia renal crónica y recibe tratamiento de diálisis. Primero lo hizo en Comodoro Rivadavia, pero tras denunciar a la Clínica del Valle por mala praxis fue derivada al Hospital Italiano en Buenos Aires donde tampoco recibió la atención que esperaba. Fue entonces cuando solicitó a Seros su traslado a Esquel para continuar con su tratamiento pero una infección en su catéter la obligó a pedir su derivación a Trelew ya que la ciudad cordillerana no cuenta con un cirujano vascular para hacer el procedimiento.
“Yo tengo problemas renales desde que nací, así que me crié dentro de un hospital y conozco los procedimientos de los médicos. Me empecé a dializar a los 16 años y no estoy en lista de trasplante porque Seros no me quiso asignar un centro donde registrarme”, expresó Marta Lorena Acheritobehere en diálogo con La Portada.
Ante esta situación, la mujer realizó la denuncia correspondiente ante la Defensoría Pública en Comodoro Rivadavia y como respuesta a su reclamo dejaron de hacerle diálisis. También se presentó en el Ministerio Público Fiscal pero no encontró el respaldo judicial que esperaba. “Cualquier paciente de hemodiálisis si no se hace diálisis muere”, planteó.
Acheritobehere fue derivada a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires porque la obra social no le designó un centro de diálisis en la provincia. “Sufrí mala praxis cuando una fístula se me tapó por la presión baja y los médicos sin notificarme me pusieron un stent para destapar el brazo. Fue un procedimiento muy doloroso, que causó que se me llenaran de líquidos los pulmones; podría haber muerto”, relató.
La mujer pidió por la creación de una ley que proteja a los pacientes de hemodiálisis para que no pasen por este tipo de situaciones donde corre riesgo su vida. “He vivido delito tras delito y esto me ha perjudicado seriamente a mí y a mi familia porque he tenido que pedir préstamos para los viajes y los hospedajes, además de la preocupación por no recibir diálisis”, manifestó.
Acheritobehere se radicó el año pasado en Esquel para continuar con su tratamiento de diálisis, pero tras sufrir una infección en su catéter y al no haber un cirujano vascular en la ciudad, solicitó la derivación urgente a la Clínica San Miguel de Trelew. “Tengo un catéter tunelizado subclavio derecho que no lo puede sacar cualquier médico sino un cirujano vascular”, explicó.
Sin embargo la obra social todavía no ha autorizado el traslado que necesita con urgencia por lo recurrió a la Defensoría del Pueblo y radicó una denuncia ante el Juzgado Federal de Esquel por mala praxis contra el centro de diálisis y por abandono de persona contra Seros y el Gobierno de Chubut.
“Debería estar internada pero no lo estoy. A cualquier persona ya la hubiesen internado en esta situación, así que decidí denunciar a la gobernación de Chubut y a Seros”, finalizó. La causa se encuentra bajo el número 881/2021 a cargo del Juez Federal Guido Otranto y el fiscal Federico Baquioni.