Comercio: Regresar a la actividad después de 50 días

El comerciante Héctor Vidal aseguró que “fue un tiempo bastante complicado”.

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La cuarentena dispuesta el pasado 20 de marzo para minimizar la posibilidad de contar con casos de coronavirus obligó al cierre de los comercios de la ciudad y por ende a la inactividad económica para un sector que ya sentía el impacto de la crisis provincial.

Héctor “Pato” Vida, comerciante local, en diálogo con La Portada relató la experiencia vivida en estas últimas semanas. “Fue un tiempo bastante complicado porque estuvimos 50 días cerrados sin poder vender y sin facturar. Al no poder generar dinero las cosas se complican, pero entendíamos que era lo que había que hacer porque era lo que se pedía desde el área de salud”, manifestó.

“Lo triste de esto es que muchos colegas tuvieron que cerrar sus puertas y era como esperar el momento en que me tocara a mí. Fue un momento bastante difícil y duro, pero no es algo que sólo nos pasó a nosotros. Esto es algo a nivel mundial”, expresó.

Vidal señaló que “ahora estamos trabajando con un horario reducido (de 10 a 18). Estamos expectantes porque no es que al abrir se produjo un consumo masivo, pero es un paso importante”.

 Al ser consultado respecto de si la modalidad de delivery le brindó resultados positivos sostuvo que “es muy difícil porque si una prenda no funciona hay que cambiarla. No estamos acostumbrados al delivery de indumentaria. Hay gente que compra prendas por mercado libre, pero si no le queda hay que cambiarla y eso tarda unos 30 días”.

Indicó que con esta modalidad de venta “trabajamos poco, pero estamos agradecidos a la gente que nos tuvo en cuenta. Eso nos sirvió para generar algun dinero día a día”.

Conservar las fuentes de trabajo

Comentó, además, que pese a las dificultades “pudimos mantener a nuestro empleado aunque le pagamos tarde. Pareciéndonos al Gobierno provincial le pagamos en cuotas. Con el ingreso de delivery y algunos pagos pudimos resolver  algunas cosas, el resto no se pudo arreglar aún. Con el alquiler local no problemas porque los dueños me dijeron ´trabajá tranquilo que ya lo podremos arreglar´´ y eso es un alivio. Es un gesto espectacular. Estamos muy gradecidos”.

Para finalizar remarcó que en el regreso a la actividad se plantean nuevos desafíos “en nuestro local hacemos una atención personal, a veces tomamos unos mates y nos quedamos charlando, pero eso ya no se puede. Trabajamos ahora con las disposiciones nuevas como la distancia, tapabocas, sin más de dos personas en el lugar  y teniendo alcohol en gel” para empleados y clientes.