La idea comienza a tomar forma allá lejos en el tiempo, durante el primer mandato del ex intendente Rafael Williams. Por aquel entonces, las proyecciones a largo plazo hablaban de 50 empresas funcionando en el predio y unos mil puestos de trabajo. Más de 15 años después, el Parque Industrial está parado y con un presente plagado de incertidumbres.
Difícil creer que una firma cualquiera pretenda radicarse en las cerca de 50 hectáreas que el municipio posee a 4 kilómetros del Aeropuerto Esquel sin antes contar con luz, agua y gas, servicios básicos para todo emprendimiento serio. Internet y telefonía también aparecen como indispensables en una unidad de negocios siglo XXI.
Las primeras conversaciones sobre el Parque Industrial se dan en el 2000, con el “Rafa” Williams en la Intendencia. El entusiasmo era grande. Es así que el municipio avanza -previo aprobación del Honorable Concejo Deliberante- con la adquisición de tierras en un sector que se consideraba estratégico por la cercanía del Aeropuerto, la Ruta 40 a pasos y la disponibilidad de servicios.
No pasó mucho hasta que la Municipalidad decide utilizar un par de hectáreas y construir la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (PTRS). Luego llegó el turno de salir en búsqueda de financiamiento para llevar parte de la infraestructura (agua, energía eléctrica y el suministro de gas). Tarea para nada sencilla. La Provincia asume el compromiso y promete el dinero.
También se logró obtener el registro (RENPI) correspondiente del Ministerio de Producción de Nación. “Se presentaron 20 proyectos de los cuales 5 -ligados a la actividad productiva y de servicios- ya estaban aprobados para instalarse ni bien salimos del Gobierno”, cuenta a La Portada una persona que participó activamente en la administración municipal anterior.
Otro de los actores que siempre mostró interés e incluso integra una comisión de trabajo relacionada con el tema es la Cámara de Comercio. Desde la entidad explicaron a este medio que en un momento llegaron a tener 50 interesados en el Parque Industrial, lo que de concretarse hubiese generado múltiples empleos. Pero el deseo de los privados fue evaporándose al no observar escenarios ciertos de desarrollo.
Hasta la reconocida marca de café Cabrales pensó alguna vez en venir a Esquel, recuerda un alto dirigente de la Cámara de Comercio. También un mayorista local estaba casi listo para desembolsar una inversión importante en dólares y radicarse en el predio. “No pudo ser y perdimos una oportunidad”, afirma. Talleres mecánicos y una firma especializada en picar piedras, otras opciones que se manejaban.
“Obras por la mitad”
Consultado por La Portada, el secretario de Producción y Empleo, Luciano Di Paolo, explicó que actualmente las obras para dotar al complejo de infraestructura están “por la mitad”. Precisó asimismo que hay “energía eléctrica y agua en media manzana. La red de cloaca no está terminada y no tenemos conectividad”.
Confió el funcionario que el municipio realiza todo “el esfuerzo” posible para conseguir los recursos económicos y así finalizar los trabajos. Luego será momento de “ofrecer a empresas los terrenos disponibles”, enfatizó. Entiende que sin los servicios el Parque Industrial, lógicamente, no tiene futuro.
“Puede ser que depósitos, galpones o algún tipo de industria pueda llegar a instalarse aún sin los servicios, pero es difícil”, agregó. Detalló que en el 2015 el presupuesto de la obra ascendía a los 9 millones de pesos, de los cuales la Provincia sólo bajó un tercio. “En enero estuvimos en Buenos Aires gestionando fondos de Nación”, amplió.
Sostuvo que la situación financiera a nivel general es un impedimento. “Tenemos que ver la forma de terminar las obras”, añadió. Concluyó afirmando que hay interesados en radicarse y poner en funcionamiento un determinado proyecto en el Parque pero admitió que las ganas disminuyen “cuando les mostramos la infraestructura”.
