Desde hace más de 3 años, Paws Esquel trabaja en el rescate, tránsito y adopción de animales. Liliana, Andrea y Martina son tres integrantes del grupo y explicaron a La Portada que, junto a Marcela, otra compañera de la organización, se hacen cargo porque “amamos a los animales, somos voluntarias, hacemos lo que podemos, lo que está a nuestro alcance”.
Claro que todo es a pulmón. “Tenemos nuestros trabajos, salimos a rescatar cuando se puede, a veces nos faltan vehículos. Siempre que nos piden ayuda y si podemos, concurrimos. A veces están lejos y la persona que tiene un auto está trabajando y no podemos movilizarnos”, agregan.
Al momento de rescatar a un animal “lo llevamos al veterinario directamente y ahí se diagnostica si tiene algún problema”. Los lugares para alojar a las mascotas antes de entregarlas en adopción son un punto complicado a resolver: “Ahora las chicas del grupo están transitando unas perritas rescatadas, es difícil conseguir espacios de tránsito en estos momentos”. “Ahora hay un caso en el barrio Buenos Aires, una de las integrantes del grupo con su esposo fue allí, le armaron un refugio y está ahí. Se le lleva alimento, hay gente que colabora”, comentan.
Pero, sin dudarlo, definen al tránsito como “lo que más nos traba” y uno de los puntos donde les vendría bien contar con más voluntarios y voluntarias.
El trabajo es por el esfuerzo de las cuatro voluntarias, más las colaboraciones de algunos vecinos y una veterinaria que les permite pagar en dos o tres cuotas: “Para nosotras es un montón”. En el grupo pagan un monto por mes cada una para contar con un fondo ante cualquier urgencia que aparezca.
Cuentan que “la gente colabora porque cuando nosotras encontramos un animalito, lo publicamos en redes, decimos que se necesita alimento, o lo que sea, y nos ayudan. Tuvimos el caso de una galga que tenía dos tumores mamarios y se publicó toda su historia, el proceso, la cirugía, cuando se cubrieron los gastos también avisamos que ya estaba saldada la cuenta”.
La importancia de la adopción responsable
Desde Paws Esquel hacen especial hincapié en el concepto de la adopción responsable y buscan que cada animal que rescatan sea acogido por una persona o familia que realmente pueda cuidarlo. Esto implica que hagan un trabajo cuando algún interesado se contacta. “Vamos a ver el lugar, les comentamos que hay que cumplir con las vacunas, si son cachorros cumplir la castración a los 6 meses, se charla con la gente a ver si están dispuestos y si no lo están, seguimos buscando”, explican
Además “siempre hay un seguimiento” de cada caso porque “es la forma de asegurarnos si el animal se adapta o no. Pedimos que nos manden información y fotos para ver cómo está”.
En este punto, también subrayan: “Hay gente que se enoja porque siempre remarcamos que no es un juguete para niños”. “Algunos piensan en la adopción para tener una compañía, un entretenimiento para un chico y no le dan el cuidado o la atención. Se transforma eso en un calvario para el niño y para el perro”, plantean. Lo que ocurre en muchos de esos casos es que la mascota termina “en la calle, sin vacunas, sin nada de cuidado”.
En este momento, están en la búsqueda de adopción responsable para Sava, una perra que ya está vacunada, castrada y desparasitada en un hogar de tránsito. También tienen otros animales bajo su cuidado que esperan una familia.
Vías de contacto
Paws Esquel cuenta con Facebook e Instagram. A través de esas redes sociales siempre alguna de las integrantes “está al tanto y charlamos”: “Toda la ayuda es bienvenida”.
Mediante esas vías de contacto puede comunicarse cualquier persona “que ame a las cuatro patitas, como les decimos nosotras, y sea responsable”. “Sabemos que todos trabajan y tienen sus responsabilidades en casa, pero siempre un ratito se puede dedicar y si no, colaborar desde afuera”, plantean.
La financiación es un problema grande que tienen. Además de la cuota que destinan las integrantes “a veces hacemos sorteos para tener un fondo, porque no tenemos personaría jurídica, por lo tanto, no tenemos socios y ni ayuda de nadie”.