Demora en el pago de haberes: “Hay jubilados que no tienen para comer”

La afirmación corresponde a Norma Velázquez quien, además, remarcó que la gravedad de la situación es anterior a la cuarentena. “Los que no tienen ayuda de familiares se endeudan con créditos personales y les cobran disparates en intereses. Estamos desesperados y no sabemos qué hacer”, expresó.

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La crisis provincial, agudizada por la pandemia, deja en situación de vulnerabilidad al sector de adultos mayores que no perciben sus haberes en tiempo y forma en correlato con lo que sucede a los empleados públicos en actividad. Cabe mencionar que hasta el momento sólo el primer rango de jubilados percibió sus salarios correspondientes al mes de mayo.

En diálogo con La Portada, Norma Velázquez enfermera jubilada, sostuvo que “la verdad es que estamos totalmente desamparados. Estamos solos porque no tenemos apoyo de nadie”. Y agregó que “estamos en una situación crítica y con la pandemia además estamos restringidos de salir”.

“Tenemos ayuda de nuestros hijos y salimos sólo para hacer lo necesario”, indicó en relación a su experiencia personal al tiempo que mencionó que el recorrido de lucha es importante. “La denuncia que hicimos en Fiscalía  circuló y ya está en la Legislatura, pero habrá que ver que pasa. Este hombre sigue en el gobierno (Mariano Arcioni) dañando a toda una sociedad. Nosotros no cobramos y los comercios no trabajan, es una cadena. No hay empleadas domésticas o jardineros porque si uno no cobra no puede pagarle a ellos”, remarcó.

“Esta situación no comenzó con la pandemia. Hace más de dos años que venimos luchando por nuestros salarios y por nuestros derechos (activos y jubilados)”, manifestó.

En relación al pago del medio aguilando sostuvo que “no tienen ni idea de cuando se podría pagar a los últimos rangos o de qué manera se hará. Al paso que vamos llegará diciembre sin haber cobrado el medio aguinaldo de julio. Todo es incertidumbre. Intento ver una luz al final del camino, pero no logro verla”.

Para finalizar señaló que el malestar anímico se potencia al no tener la posibilidad de encontrarse entre pares “antes no juntábamos para dialogar, comentar qué le pasaba a cada uno. Ahora se hace a medias porque nos comunicamos por WhatsApps, pero no es lo mismo. No nos vimos todo este tiempo salvo en alguna marcha. Todo lo que nos pasa lo vive cada uno en su hogar y eso es terrible porque hay jubilados que la están pasando muy mal y no tienen para comer. Los que no tienen ayuda de familiares se endeudan con créditos personales y les cobran disparates en intereses. Estamos desesperados y no sabemos qué hacer”.