El aislamiento social preventivo dispuesto por el Gobierno Nacional para mitigar la diseminación del coronavirus forzó a que las empresas en Argentina, en la Provincia del Chubut y en Esquel adopten el teletrabajo o home office.

Los especialistas de la salud aseguran que tarde o temprano el virus cederá y ganaremos la batalla.

La población creará los anticuerpos naturales y habrá vacunas a disposición. Los maratónicos avances de la medicina jugarán a nuestro favor.

De lo que está claro es que el tránsito del COVID -19 dejará su huella. Una enseñanza. “El mundo no será el mismo”, “es un antes y un después”, son alguna de las contundentes frases que se escucha decir por los medios de comunicación.    

En ese marco el teletrabajo pareciera convertirse en una tendencia cada vez más fuerte.

Los días de cuarentena obligaron a empresas (chicas, medianas y grandes) a tener que implementar esta modalidad para que las pérdidas económicas no sean tan crudas.

“Creo que el mundo a partir de ahora cambiará para muchas cosas”, reflexionó hace un par de días el propio Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en un reportaje realizado en la Televisión Pública Nacional.

“Tendremos que preguntarnos si esto que es el trabajo en casa no se difunde más y tenemos más gente en sus hogares haciendo sus actividades laborales diarias”, lanzó el mandatario argentino, asegurando que ello esconde varias “ventajas”.

Precisó que la persona en “home office” ahorra en los gastos referidos al servicio de transporte (sea en automóvil personal, colectivo, taxi, subte, etc.) “No se abarrota el transporte público de pasajero” y además hay menos impacto en el medio ambiente, destacó.

De nuevo reiteró que finalizada la pandemia “habrá otro mundo” y la población” tendrá que ir amoldándose” a los desafíos. Y arriesgó que la “tele educación” también debería ser una posibilidad, con una previa -lógica- discusión y el abordaje integral correspondiente.   

El diario Clarín difundió estadísticas procesadas por el Academia Internacional de Transformación del Trabajo para América Latina y el Caribe (ITA-LAC). “En Argentina apenas del 2% de la fuerza laboral formal escapa a la rigurosidad del presentismo”, señala el estudio.

La cuarentena obligatoria por el coronavirus acrecentó esa cifra del 2%. Un mes completo con nula actividad es mortal para las empresas, dedique a lo que se dedique. Así varias optaron por aumentar el teletrabajo, una forma que seguramente seguirá creciendo en diversos rubros.

Aún falta para ver consolidado el modo “trabajo en casa”. Primero hay que sobrepasar los vacíos en términos legales, tecnológicos y culturales. No habrá un cambio de la noche a la mañana, pero la modalidad será una práctica cada vez más habitual.

Por estos días en la provincia cobra notoriedad el caso “home office” de la educación. Los docentes usan las “aulas virtuales” encuadradas en el programa “Chubut Educa”. Según el Gobierno, la adhesión es grande. Sostienen que el pedido de los establecimientos se multiplica.

Caso Esquel

La Cooperativa de Productos y Servicios Informáticos “Patagonia Software Limitada” implementa el teletrabajo hace un tiempo. El modelo de negocios así lo permite.

Se dedican al desarrollo de programas para llevar adelante múltiples funciones informáticas.

A causa de la cuarentena por el virus, este grupo hoy trabaja 100% en casa.

Los integrantes se valen de las nuevas tecnologías de la comunicación para coordinar tareas y estar conectados.  Pero habitualmente, suelen combinar lo remoto y lo presencial.

La atención y el seguimiento correspondiente a los clientes también se hacen vía internet.

Esta entidad cooperativa brinda sistemas para gestión de pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y manejo de municipios.