A los 10 años comenzó a jugar al handball en el colegio, se formó en la Escuela Municipal, y hoy juega en Ferro Carril Oeste de Buenos Aires. Con 14 años fue convocada a la Selección Argentina y desde entonces no ha dejado de vestir la celeste y blanca. Hoy entrena con el plantel mayor con el cual espera jugar algún torneo. Su máximo sueño es participar en un Juego Olímpico.
Luciana Codesal nació en Esquel y hoy se encuentra viviendo en Buenos Aires donde estudia la carrera de Ingeniería Biomédica. De niña practicó muchos años natación, patín y vóley porque siempre le gustaron los deportes pero descubrió que el handball era su pasión. A los 10 años aprendió a jugarlo en el colegio hasta que su mejor amiga la convenció de ir con ella a la Escuela Municipal. “Empecé a mitad de año así que ya todos estaban avanzados y no conocía a nadie pero no me fui nunca más”, confió la deportista a La Portada.
Allí conoció a sus profesores Karina Cricri Martínez y Marcos Cayul, quienes fueron muy importantes en su formación y crecimiento como deportista. “Al principio me costó arrancar porque sólo sabía lo que había aprendido en la escuela y sentía que todos me pasaban por arriba pero después me fui sintiendo más segura y me gustó mucho el ambiente”, recordó.
Luciana aseguró que su paso por la Escuela Municipal, donde estuvo hasta categoría Junior, la hizo crecer mucho como persona y jugadora. “Pasé siete años hermosos porque conocí mucha gente y viajamos a todos lados”, destacó.
Asimismo sostuvo que gracias a los torneos que jugó en Esquel logró integrar la Selección de Chubut con sólo 13 años y ser convocada a la Selección Argentina en Categoría Menores con 14. Hoy lleva seis años consecutivos vistiendo la celeste y blanca. “Para mí esto era impensado porque vengo del interior donde todo se hace más difícil”, expresó.
Desde sus inicios eligió el arco y reconoció que es un puesto que requiere de mucha actitud, una condición que a ella nunca le ha faltado dentro de la cancha. “No era muy buena jugando y el arco es lo que todo el mundo esquiva porque les da un poco de miedo la pelota así que me metí ahí y no salí más”, explicó. Sin embargo reconoció que “es una posición muy difícil porque una decisión del arquero es determinante, puede quedar expuesto y es complicado mantenerse arriba psicológicamente durante un partido”.
En este sentido Luciana subrayó que “la actitud es importante” y por ese motivo trata de estar siempre en un nivel alto, no bajonearse anímicamente adentro de la cancha y motivar al equipo.
Su presente en Ferro
Siempre supo que al finalizar sus estudios secundarios se iría a estudiar a Buenos Aires, así que cuando llegó el momento tuvo que elegir en qué club seguiría su carrera deportiva. Recibió muchas ofertas pero no dudó en optar por Ferro Carril Oeste. “No me arrepiento de nada, tomé una muy buena decisión porque es un club hermoso, con gente muy buena y deportivamente es excelente”, resaltó. A su vez que recordó que el entrenador que la convocó en su momento había sido su técnico en la Selección Argentina en Junior.
Hoy Luciana combina, como toda su vida lo ha hecho, el estudio con el deporte. Se encuentra estudiando la carrera de Ingeniería Biomédica y entrenando para Ferro como para el plantel mayor de Selección Argentina. “Me fui acostumbrando a repartir el tiempo y si uno se organiza, se puede”, afirmó.
Si bien su familia la visita con frecuencia y está acostumbrada a estar lejos de su casa, confesó que extraña mucho Esquel. “Todos los que estamos lejos, siempre extrañamos la familia, el hogar y la ciudad”, confió.
Sus próximos objetivos
Luciana todavía no puede creer el camino recorrido a nivel deportivo. “Me parece una locura porque empecé jugando por diversión y hoy se tornó en algo profesional. Estuve en todas las categorías formativas de la Selección Argentina: menores, cadetes, juveniles, ahora soy junior y estoy citada a la mayor”, manifestó.
Su regreso del Mundial de Eslovaquia en 2016 la hizo reflexionar sobre todo lo que había logrado. “Caí en la cuenta de contra quiénes había jugado, dónde había estado y la citación a la Selección Mayor significó el cierre de tantos años en inferiores”, planteó.
Hoy su objetivo a corto plazo es integrar una lista con la Selección Mayor para participar en algún torneo. “Hace poco tiempo que arranqué, quiero sumar experiencia y aprender porque estoy compartiendo los entrenamientos con chicas que ya tienen un Juego Olímpico o han estado muchos años jugando en Europa”, expresó.
Asimismo contó que la Selección Mayor buscará clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio. “Hoy mi objetivo es crecer dentro de la selección”, aseguró y confió que su máximo sueño es jugar un Juego Olímpico.
Por último, Luciana contó que la clave de su presente deportivo ha sido la actitud, la perseverancia y el entrenamiento. “Uno cuando persigue un sueño y se encuentra con alguna dificultad, tiene que esforzarse y poner lo mejor de sí porque las cosas llegan en algún momento. No importante de dónde seas ni dónde juegues, nunca hay que darse por vencido”, cerró.
