El nuevo plan educativo, propuesto por el Gobierno Nacional, tiene como objetivos reducir la deserción escolar y la repitencia, terminar con los profesores taxi y vincular al nivel secundario con el mundo universitario y laboral. En Chubut, el rechazo fue rotundo porque no fue discutido con la comunidad educativa, no habla de financiamiento y se presentó fuera tiempo en el marco de una crisis provincial.

Manuel Carballido, quien es docente y congresal de ATECh Regional Oeste, sostuvo a La Portada que la iniciativa de la Secundaria 2030, presentada por el Gobierno Nacional en el Consejo Federal de Educación, “plantea que cerca del 50 por ciento de los chicos no egresa en tiempo y forma, lo que es real y se presenta como fracaso escolar pero no se tiene en cuenta que desde el 2006, que se aprobó la Ley Nacional de Educación, hasta hoy subió un 10 por ciento el egreso”.

Otro de los fundamentos es que los chicos no están siendo formados para vincularse con el mundo universitario y laboral. Sin embargo Carballido recordó que “hace años se viene trabajando con las TIC´s y el Plan Conectar Igualdad con un resultado muy positivo pero me pregunto qué real acceso a internet y a una computadora podemos darle cuando no hay partidas escolares ni a una escuela en condiciones”.

Asimismo contó que en otras provincias “estamos viendo que tratan de vincular la escuela con las empresas en una suerte de pasantía, lo cual vemos con malos ojos porque se está proponiendo la mano de obra barata”.

Para el docente, esta reforma educativa responde a un modelo de país y tiene una intencionalidad política. “El gobierno nacional hace tiempo que quiere pertenecer a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que organiza las pruebas PISA y le sugiere que baje el empleo público, suba la edad jubilatoria de las mujeres y reduzca el gasto público”, explicó.

Una provincia en crisis

El rechazo a la reforma educativa es unánime en la provincia. Tanto los supervisores como los directivos y los docentes coinciden en que no es el momento ni el contexto indicado para ponerla en funcionamiento, además de que no fueron consultados sobre su contenido. En este sentido Carballido manifestó que “las escuelas hoy están pasando por una crisis muy grande en cuanto a lo edilicio y la situación salarial de los docentes. Si bien se puede hablar y acordar que hay que hacer una reforma, no se está discutiendo lo más importante que es el financiamiento y es lo que está en crisis”.

Cabe recordar que el reclamo de los docentes de este año fue la falta de partidas escolares y la falta de mantenimiento edilicio, además de la urgente apertura de paritarias. “Más allá de que estamos de acuerdo con que hay un alto índice de no egreso y repitencia, no estamos de acuerdo con la forma en que se trata. Creemos que la mejor manera de evitarlo es que la familia que lleva a los chicos a la escuela esté mejor económicamente”, planteó.

Señaló, también, que el Gobierno Nacional impulsó la reforma educativa basándose en “unas pruebas descontextualizadas” del plan “Aprender” donde “no se tuvo en cuenta qué pasaba en cada escuela y qué estaban atravesando esos chicos”.

Rechazo unánime

Hace unas semanas el gobierno provincial envió a los docentes el Marco Organizativo Anual en el cual se basaría la nueva reestructuración educativa. El mismo propone terminar con los profesores taxi ya que hoy la mayoría tiene muchas escuelas y se les complica ir de un lugar a otro. Sin embargo no se especifica cómo se llevaría a cabo ni de qué manera. “En un marco donde vemos ajuste por todos lados no podemos no pensar que vienen por el mismo lado. Además tuvimos un gobierno que durante seis meses desoyó todos los reclamos que veníamos haciendo y no hay forma de aceptar algo en el medio de esta crisis”, concluyó.