En un país con un futuro económico cada vez más incierto sólo unos pocos tienen certezas. Ellos son, entre otros, los empresarios que se verán beneficiados con la Reforma Laboral que el Gobierno del presidente Mauricio Macri intentará que se apruebe en el Congreso cuando casi todos – por no decir todos – estén distraídos siguiendo las instancias del Mundial de Rusia 2018.

Esa Reforma Laboral que no pudo ser tratada en diciembre pasado comenzará a tomar forma silenciosa, pero decididamente de la mano de quienes sólo intentan restar derechos adquiridos a los integrantes de la clase trabajadora e incluso a los jóvenes que deben ingresar al mundo del trabajo.

Se elaboró, en este último sentido, el Proyecto de Ley Capacitación Laboral Continua que reemplazaría a la Ley 26.427 de Pasantías Educativas y entre sus puntos principales se destaca que las prácticas tendrán un carácter “exclusivamente formativas y no de carácter productivo, sin generarse por ello relación laboral alguna con la Empresa o Institución donde se realicen”; no se reconoce un salario sino una “suma de dinero en carácter no remunerativo en calidad de “asignación estímulo”, pero extrañamente se calculará teniendo presente el básico de Convenio Colectivo del sector o de acuerdo al Salario Mínimo Vital y Móvil.

Los pasantes carecerán de afiliación sindical, licencia por maternidad, aguinaldo y aportes jubilatorios. Se aumenta, además, el límite máximo de la jornada que deberán cumplir los “pasantes”. La carga horaria será de hasta 30 horas semanales con la posibilidad de pactar más horas, hasta 130 horas por mes. Y en época de receso educativo se puedan incrementar 10 horas a ambos límites. Esto implica que la jornada pasaría a ser de lunes a viernes 4 horas a ser el doble.

Y como si todo esto fuera poco existe otro controvertido capítulo bajo el nombre Fomento del empleo juvenil y entrenamiento para el trabajo. La nueva ley propone una serie de medidas para “las personas con residencia legal en el país que no hubieren cumplido la edad de 24 años, que se encuentren en proceso de incorporación al mundo del trabajo”. Este proyecto consiste en acuerdos entre el Poder Ejecutivo, organizaciones empresariales, educativas y sindicales, para actividades que incluyen “prácticas formativas en ambientes reales de trabajo”. Y agrega que “podrán percibir una ayuda económica mensual cuyo importe, reglas de acumulación y actualización serán fijados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social”.

El tratamiento del proyecto de Reforma Laboral no debiera tomarnos desprevenidos ni desinformados porque algunos siguen pensando – como en otros tiempos – que la única manera de obtener ganancias en sus empresas es a costa de la precarización de sus empleados y que desconocer la relación de dependencia (con las obligaciones que ello supone) es el primer paso en el camino de la minimización de los derechos de los trabajadores.