Alumnos de primer grado a sexto, docentes y talleristas de la Escuela N ° 112 participaron a lo largo del año de diferentes propuestas enmarcadas en el denominado Centro de Actividades Infantiles (CAI). Días atrás se hizo un exitoso cierre con un paseo por la Cascada.

El espacio de asistencia voluntaria tiene por objetivo ayudar a que los chicos mejoren su trayecto escolar.

La directora de la institución educativa, Gladis Ramírez, contó a diario La Portada que la pasada semana realizaron el último encuentro anual del CAI con una divertida salida a la zona de la Cascada, donde los estudiantes, docentes y talleristas disfrutaron de una jornada al aire libre que incluyó un rico almuerzo (choripanes) y juegos en el agua.

Ponderó luego los resultados del programa y el beneficio directo para los niños de primer a sexto grado que participan de manera voluntaria.

Agregó, a su vez, que se trata de un espacio alternativo cuyo norte es “mejorar la trayectoria escolar” a través de talleres enfocados en disciplinas tales como la radiofonía, la cocina y el fútbol, por ejemplo.

Contención, vínculos y sentido de pertenencia

Señaló que el CAI brinda contención a alrededor de 70 niños, fortalece los vínculos humanos y afianza el sentido de pertenencia.

“Los vemos más seguros. Perciben a la Escuela como un lugar en el cual  pueden contar. Gracias a la propuesta empiezan a tener confianza, forman parte de algo y mejoran las relaciones”, acotó contenta.

Indicó que a través del programa se llevaron adelante múltiples actividades como por ejemplo la visita a un restaurante de la ciudad para conocer de primera mano el funcionamiento de una cocina y el trabajo profesional de un chef.

“Poder compartir con los otros es muy importante en esta edad. Se va fortaleciendo esto de los vínculos sin importar la edad”, añadió Ramírez.

Explicó luego que el CAI es implementado en la 112 desde el 2015. Es un plan nacional que instrumenta la provincia en distintas localidades.

También quiso agradecer a los padres y todos aquellos que colaboraron durante el año para que el Centro sea una realidad cada sábado. “Se pidió una mano a los comercios y a la comunidad para que cada taller se pueda desarrollar”, completó.