Días atrás se realizó una charla sobre la Baja en la Edad de Punibilidad, que contó con la disertación de la Dra. María Laura Böhm, especialista en Criminología, quien aseguró a La Portada que “es una forma hipócrita y cobarde de abordar la conflictividad de chicos y chicas que a los 14 años se encuentran en situaciones de delito”. Asimismo señaló que “la política criminal, el encierro, los presos y la cárcel, son temas que nunca van a ser los que den votos”.
El debate sobre la Baja en la Edad de Punibilidad volvió a ocupar el centro de la escena a fines del año pasado cuando ocurrió el homicidio de un adolescente de 14 años en el barrio porteño de Flores, presuntamente asesinado por otro de su misma edad, y se retoma cada vez que muere un niño o adolescente bajo estas circunstancias. Frente a esto, el Gobierno Nacional anunció que se encuentra trabajando en un proyecto que le daría curso a la reforma del sistema penal, bajando a 14 años la edad de punibilidad. “No sólo no es una buena idea sino que es muy mala. No sirve para lo que se dice que es, es una forma muy hipócrita y hasta cobarde por parte de la sociedad adulta de abordar la conflictividad de chicos y chicas que a los 14 años se encuentran en situaciones de delitos, no por voluntad propia, porque a esa edad ninguno tiene en claro su propio camino”, reflexionó la Dra. Böhm.
También destacó como importante el rol que juegan los medios masivos de comunicación al hacernos pensar que nuestro gran problema a nivel inseguridad son los jóvenes, puntualizando en este sentido que “se habla de “jóvenes” para referirse a chicos de 14 y 15 años cuando si son de nuestra familia les decimos nenes o chicos; es una manera de distanciarnos de lo que pueda estar pasando por esas cabecitas por más terrible que pueda ser”, y agregó que si la misma información se pasa durante toda una semana, la sensación va a ser que no hubo un delito sino cien. “Hay que entender que una sobredosis de mala información es más perjudicial que lo que se puede estar haciendo desde un espacio político”, planteó.
Exclusión y marginalidad
La especialista en Criminología también hizo referencia a las medidas que se toman en el ámbito penal y que hacen que se esté disponiendo una atención distinta en otros campos. “Cuando yo desde las políticas sociales abandono ciertos espacios, estoy generando que sí o sí aumenten espacios de exclusión, marginalidad y de carencias, disminuyendo la satisfacción de derechos y la atención que se les da principalmente a los actores más frágiles de la sociedad, lo que va a aumentar el nivel de conflictividad”, expuso.
No obstante aclaró que esta forma de atender la problemática prácticamente atraviesa todos los colores políticos. “La política criminal, el encierro, los presos, la cárcel, son temas que nunca van a ser los que den votos en el sentido de que se van a ocupar de los derechos de esta gente y tomarlo como propuesta política, no lo hacen porque no vende”, concluyó.