El cultivo de la vid de a poco deja de ser un simple pasatiempo para convertirse en una alternativa productiva de peso en Trevelin y alrededores. Con el avance del otoño, surge también un proceso clave para los viñedos: la cosecha de la uva.
El “Pueblo del Molino”, y la zona de influencia, cuenta con cada vez más amantes de la vitivinicultora. El comportamiento del clima y las condiciones del suelo lejos de resultar un impedimento son un factor clave para lograr un vino especial que nada tiene para envidiarle a las tradicionales bodegas de Mendoza o San Juan, por citar provincias emblemáticas.
En diálogo con diario La Portada, el secretario de Producción de la Municipalidad, Francisco Hammond, aseguró que la actividad mencionada está “en pleno crecimiento” y mencionó asimismo los establecimientos que apuestan por las bondades de la uva.
Explicó que hace unos días comenzó la vendimia 2020 en la Bodega Contra Corriente y en el complejo “Nant y Fall”, propiedad de la familia Rodríguez. Precisó que abril y principio de mayo es temporada de cosecha.
Gewurztraminer, Pinot Noir y Chardonnay fueron las especies recolectadas en la Bodega Contra Corriente en un recorrido que el propio Hammond compartió junto a los propietarios del recurso y el secretario de Turismo, Juan Manuel Peralta.
Indicó que otro de los grandes establecimientos vitivinícolas de la zona es Bodega Casa Yagüe, localizada en cercanía del paraje Los Cipreses. “Ellos estarán cosechando calculamos que durante la primera semana de mayo”, detalló.
Expresó además que tras la vendimia empieza un arduo proceso que va desde la etapa de extracción del jugo, pasando por la fermentación, hasta el embotellado con etiqueta. En el medio cada uno de los productores agrega su impronta, el toque, los secretos que guardan dentro de sus libritos.
“Altísima calidad”
El titular de área productiva municipal no dudó a la hora de calificar al vino de Trevelin como “de altísima calidad” y sostuvo que gana cada vez más reconocimiento entre los catadores no sólo del país sino que también de otras partes del mundo.
Señaló que la vitivinicultura está “en crecimiento” en la región y reveló que “tenemos varias personas” interesadas en cultivar la vid. “Muchos son los que incursionan plantando media hectárea por ejemplo”, avisó.
Precisó que los grandes viñedos en Trevelin trabajan entre tres y cinco hectáreas. “Después hay unos cinco con superficies más pequeñas. Vemos el auge sobre todo porque el producto tiene potencial realmente”, reafirmó.
Clima apto
Aseguró luego que el clima y el tipo de suelo propio de esta parte de la Cordillera no son un obstáculo a la hora de cultivar, “por el contrario estas heladas de otoño le dan un matiz particular a la uva y las propiedades que la hacen única”.
“Lógicamente los productores deben tomar los recaudos del caso como disponer de un sistema anti-heladas. Está demostrado que la zona es apta y que la actividad funciona”, amplió Hammond en la charla con este medio.
