El pasado fin de semana se registraron cuatro femicidios que se suman a los 223 casos relevados hasta el 31 de agosto de este año. Las últimas cuatro víctimas tenían entre 15 y 42 años. En este 2019, la provincia que más casos registró fue Buenos Aires, seguida por Santa Fe y Córdoba.
A Navila Garay (15) la mataron a golpes y la enterraron en el jardín de una casa en Chascomús; a Vanesa Caro (38) su ex la prendió fuego delante de sus hijos en Lomas de Zamora y falleció a causa de las graves lesiones que tenía su cuerpo. A Cecilia Burgat (42) su ex la maniató y la asesinó a golpes en Santa Fe y a Cielo López (18) la hallaron descuartizada en una zona de casaquintas en la provincia de Neuquén.
“Estos femicidios se suman a los más de 223 que relevamos desde el Observatorio durante el 2019. Las cifras son alarmantes y observamos un recrudecimiento de la violencia producto de la terrible crisis económica que estamos viviendo”, señaló Raquel Vivanco presidenta del Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven” a un medio gráfico nacional.
El informe de la organización, que refleja las noticias que se publican sobre el tema en más de doscientos cincuenta medios del país, indica que hay 148 las niñas y niños huérfanos a causa de esos asesinatos.
Las provincia que registró más casos fueBuenos Aires (80); seguida por Santa Fe (19), Córdoba (18) y Chaco (12). Otros datos importantes revelan que el 84 % de los agresores pertenecían al círculo íntimo de las víctimas o las conocían y que la mayoría de las mujeres asesinadas tenían entre 21 y 40 años.
La información también indica que durante el mes de agosto hubo un femicidio cada 27 horas, y las estadísticas se mantienen desde enero entre 25 y 33 por mes. Se señala, además, que el 37 % de las víctimas había hecho la denuncia correspondiente y el 23 % había conseguido que la Justicia dictara medidas de restricción contra los denunciados lo cual refleja que esta acción es insuficiente porque no logra frenar la violencia contra las mujeres. Otro dato a tener en cuenta es que el 65 % de los crímenes fueron cometidos en la vivienda de la víctima y el 30 % en la vía pública.
La necesidad de contar con políticas públicas que sean efectivas y un presupuesto nacional para llevarlas adelante es imperiosa. Y de hecho desde las organizaciones que tratan la temática aseguran que la creación de un Ministerio ayudaría a concretar acciones que permitan frenar la violencia contra las mujeres.
Esas vidas que se pierden a causa de los femicidios se traducen en un dolor difícil de superar para sus familias, dejan niños y adolescentes huérfanos y revelan que aún resta mucho por hacer en materia de prevención y concientización.
Quienes tienen la obligación de diagramar y llevar adelante políticas públicas sobre esta problemática – que atraviesa a toda la sociedad – deben tomar nota que el momento de actuar es ahora. La dilación solo traerá más mujeres muertas y más dolor a la sociedad.
