Melin: “Nos sentimos olvidados”

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La presidenta de la Junta Vecinal del Chanico Navarro, Elida Melin, se manifestó preocupada por el comedor que funciona en la sede ya que todavía no recibió la totalidad de la asistencia alimentaria del municipio. También reclamó por los proyectos que se encuentran pendientes para los vecinos, como el espacio verde y el playón deportivo. 

El comedor que funciona de lunes a viernes en la sede vecinal del Chanico Navarro estuvo cerrado días atrás por falta de alimentos debido a que el municipio no había realizado la entrega de la partida alimentaria y eso generó preocupación en los vecinos que reciben esta asistencia. Finalmente el miércoles pasado este espacio reabrió sus puertas y retomó la entrega de viandas tras recibir la mercadería correspondiente.

Al respecto Elida Melin, presidenta de la Junta Vecinal del barrio Chanico Navarro, contó en diálogo con La Portada que estuvo diez días sin poder entregar la comida por falta de alimentos y que sólo estuvo dando el pan que le dona la Panadería Esquel.

Señaló que el municipio le entrega la mercadería todos los días 1 de cada mes pero en esta oportunidad esto todavía no ha ocurrido. “El coordinador de las Juntas Vecinales me dijo que estaban buscando precios porque las cosas están muy caras. Hay abuelos que cobran la jubilación mínima y no llegan a fin de mes entonces es muy triste no poder dar una respuesta”, manifestó.

Melin aseguró que “la situación está muy complicada en el comedor porque la demanda está creciendo en vez de bajar”. En este sentido sostuvo que la partida que recibe del municipio no le alcanza para todo el mes. “Me dan 3 cajas de pata muslo, un poco de pulpa, carne picada, chorizo, fideos, arroz, polenta, harina y aceite. Con esto me tengo que arreglar todo el mes pero me dura 15 días”, planteó.

Adelantó que tiene pensado organizar una peña en el mes de noviembre para juntar fondos para las canastas navideñas y el comedor. “Hay mucha necesidad pero el que no recorre el barrio no conoce la realidad”, remarcó.

La vecinalista también se mostró disgustada con la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Esquel porque le pidieron que realizara nuevamente el curso de manipulación de alimentos que había cumplimentado hace un año. “Yo tengo todo hecho pero no tengo el carnet porque ellos no me lo dieron. Me gustaría que en lugar de ponerme obstáculos, realicen inspecciones en los lugares donde se vende comida”, indicó.

También recordó que desde el 2017 se encuentra pidiéndole al municipio una campana para la cocina y que aún no se la han colocado. “Yo hago malabares para sostener el comedor así que espero tener muy pronto novedades sobre la partida porque no sabemos cómo vamos a seguir y hoy los que más nos preocupan son los abuelos”, declaró.

La presidenta del Chanico Navarro comentó que se encuentra realizando diversas gestiones para avanzar con los proyectos pendientes en el barrio. Hace unos días tuvieron una reunión con el secretario de Obras Públicas, Herman Torres, la secretaria de Gobierno, Mariela Sánchez Uribe, y vecinos con el fin de avanzar en la firma de un convenio para pavimentar la calle Calderón.

Por último Melin remarcó que se encuentra reclamando el terreno que el municipio había sido cedido a la sede vecinal para la creación de un espacio verde como así también por el playón deportivo, cuya obra se encuentra abandonada. “Sentimos que estamos olvidados porque desde el 2017 estamos pidiendo estas obras y no hemos recibido ninguna respuesta”, finalizó.