Editorial: La obligatoriedad de la emisión del voto marcará una presencia concreta

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Este domingo 12 de septiembre se llevarán a cabo las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). En los comicios se definirán los candidatos de cada frente electoral para las elecciones generales a concretarse en el mes de noviembre. Se vota, en las PASO, la renovación de 127 del total de 257 bancas de la Cámara de Diputados en tanto que en el Senado ocurrirá lo mismo con 24 de los 54 escaños que posee.

A pocos días de volver a las urnas – y más allá de los cambios que plantea el actual esquema sanitario a causa de la pandemia por Coronavirus – muchos ciudadanos aún desconocen qué se elige, quiénes son los candidatos y candidatas y sus principales propuestas.

El escepticismo y la desconfianza en una clase política que entienden los consideran sólo en campaña son el común denominador entre quienes se expresan por los medios de comunicación o desde las Redes Sociales. 

Están también aquellos que creen que hubiera sido más sensato suspender estas elecciones PASO e invertir el dinero en la resolución de problemas que preocupan mucho más a la sociedad.   

Los ciudadanos tienen en sus mentes preocupaciones más cotidianas tales como falta de empleo, precarización laboral, inflación, dificultad e imposibilidad de pagar alquileres y una marcada falta de expectativas en el futuro especialmente entre los más jóvenes que comienzan a pensar en recorrer el camino que lleva al Aeropuerto de Ezeiza en busca de verdaderas oportunidades laborales y de vida. Sobre estos temas poco, o casi nada, se escuchó durante la campaña electoral.

Un mensaje más cercano y real a los problemas de los ciudadanos quizás hubiera logrado captar el interés por concurrir a las urnas. Hasta aquí la obligatoriedad de la emisión del voto marcará una presencia concreta.