A 20 años de su fundación: Una escuela que cambió a Tecka

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El 9 de abril del 2001 quedará grabado por siempre en los libros de toda la comunidad educativa en Tecka. Se habilitaba nada más y nada menos que la primera escuela bajo modalidad Polimodal. En aquel entonces el número era 903, hoy es 782.

Aldo Mendoza, vecino de Esquel, fue el director que encabezó el corte de cinta, acompañado del inoxidable intendente Jorge Seitune. Quienes participaron de aquel acto aseguran que resultó ser una verdadera fiesta.

En diálogo con diario La Portada, Mendoza recordó ese hito y no dudó al indicar que representa un cambio sustancial para la localidad precordillerana. “Antes los jóvenes que terminaban el EGB debían emigrar hacia otras ciudades para culminar el secundario”, contó.

“Recuerdo que llegué a Tecka en abril para poner en funcionamiento la Escuela. Era un desafío enorme ya que hablamos de un año por demás difícil para la Argentina”, confió quien ocupó el cargo de director durante un lustro.

Destacó que hasta ese momento los alumnos sólo podían cursar hasta el EGB y luego debían trasladarse hasta otros centros urbanos de la provincia para concluir el nivel secundario. “Antes los chicos iban a Esquel, Trevelin o Sarmiento”, precisó.

Entendió que la apertura de la Escuela 903 (hoy 782) supuso un impacto grande en la comunidad, abriendo una oportunidad educativa a los adolecentes y jóvenes. “Fueron los padres quienes solicitaron a través del municipio la habilitación del Polimodal”, ponderó.

A lo largo de estas dos décadas funcionó en el edificio de la Escuela N° 176, que permitía el cursado hasta noveno del EGB. En la actualidad tiene un edificio anexo para prácticas deportivas y recreativas, además de un internado para los chicos que son de la zona rural.

Épocas difíciles

El primer curso estuvo integrado por unos 25 alumnos, un número que Mendoza calificó de importante. “Hablamos de épocas difíciles para el país (en el 2001 hay un estallido social y renuncia el presidente Fernando De La Rúa). Teníamos que ponerle mucho empeño y corazón”, afirmó.

Valoró que el equipo docente residía en Esquel y a diario debía trasladarse hasta Tecka para el dictado de las clases. El sacrificio era grande, reiteró. “No existía el transporte escolar gratuito. Teníamos que viajar con nuestros propios medios”, acotó.

“En lo personal me invade una enorme satisfacción de haber cumplido con el principal objetivo que era insertar a la Escuela en la comunidad. Claro está que si una institución no cuenta con el acompañamiento de la gente, no tiene sentido”, completó.