Los hechos sucedieron en 2017. La investigación se desarrolló, realizándose la apertura a comienzos de 2019. Este martes comenzó el juicio que tiene por imputados a Brian y Juan de la Cruz Ruminahuel.

La Fiscalía está representada por María Bottini y el funcionario Julián Forti. A cargo de la defensa el abogado particular Horacio Hernández, en tanto que el tribunal que preside el juicio se integró con los magistrados Jorge Criado, José Luis Ennis y Martín O’ Connor.

Bottini presentó el caso al tribunal resaltando que las graves conductas que se les atribuye a los imputados, se motivaron únicamente en la sustracción de un celular. Indicó que una vecina del Barrio Cañadón de Borquez estaba en su casa con dos de sus hijos, ambos menores de edad.

De acuerdo al relato de la acusación, los acusados ingresaron de manera violenta a la vivienda y contra la voluntad de uno de los menores, lo tomaron y se lo llevaron del lugar, el hermano intentó evitarlo y uno de los imputados lo tomó del cuello.

Inmediatamente metieron al adolescente en el interior de la vivienda de Juan de la Cruz. Brian le apuntó a la cabeza con un arma de fuego, lo empujaron y golpearon haciéndolo caer al suelo, cuando se paró, volvió a apuntarle a la cabeza, disparando justo al lado del oído izquierdo sin lesionarlo. En ese momento lograron sustraerle el teléfono celular.

La madre gritaba afuera pidiendo que suelten a su hijo. Ya en el exterior de la casa, Brian tomó al más chico de los hermanos víctimas con un arma de fuego, dijo que se quedara quieto o lo matarían. Los dos menores se fueron a su casa con la madre, en tanto que los imputados los amenazaron indicando que le prenderían fuego la casa.

Bottini calificó los hechos como constitutivos de violación  de  domicilio,  privación  ilegal  de  la  libertad  agravada por violencia,  coacción  y  amenazas  simples y robo calificado por el uso de arma de fuego apta para el disparo en carácter de coautor. Todos en concurso real

Brian abuso de armas y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, amenazas calificadas por el uso de arma de fuego.

El defensor negó los hechos, indicando que de la producción de la prueba surgirá que nada sucedió según indica la Fiscalía. Sostuvo que los jueces “no están en una burbuja” y conocen a las víctimas de este hecho, procurando restar responsabilidad de sus defendidos en los sucesos llevados a juicio.

Fuente: Ministerio Público Fiscal.