Ejerce la docencia desde 1987 y el cargo de director de la Escuela N° 701 Politécnica desde 2015. Se recibió de Técnico Electromecánico y tiempo después obtuvo el título de Profesor de Matemáticas.

Su nombre es Hugo Cerda y en esta entrevista con La Portada repasa su trayectoria laboral y analiza el conflicto docente como así también el complejo panorama provincial. El mismo se origina en el pago escalonado de salarios, no funcionamiento de la Obra Social SEROS y ante la falta de cumplimiento de acuerdos paritarios firmados por el Gobierno que desencadenaron en medidas de fuerzas de los trabajadores de las diversas instituciones del Estado.

La Portada: ¿Por qué eligió la docencia como profesión?

Hugo Cerda: Egresé de la Escuela Politécnica como Técnico Electromecánico e intenté continuar con estudios universitarios, pero dada la situación económica de la época no se podían costear. Regresé de Córdoba a Esquel para buscar trabajo y me ofrecieron una suplencia como Preceptor en el Colegio Salesiano. A partir de allí comienza mi relación con la docencia. Ese mismo año me ofrecieron un cargo de ayudante de Laboratorio en la Escuela Politécnica. Esto no sólo satisfizo una cuestión laboral, sino que también me permitió realizar una capacitación destinada a quienes no teníamos título docente. Ya de grande hice el Profesorado de Matemáticas.

L.P: ¿Qué es lo más difícil de la vida del docente?

H.C: A pesar de muchas situaciones que rodean a la actividad propia del aula y del proceso de aprendizaje yo he disfrutado muchísimo. Lo que podemos advertir, quienes hemos pasado muchas crisis en este sistema, es la pérdida de la educación como valor. Esto no es sólo por parte de la dirigencia política, sino también de la sociedad.

L.P: ¿Lo más gratificante es ver crecer a los alumnos como profesionales?

H.C: Verlos transitar distintos caminos y trayectorias-  acompañándolos en parte de ella – nos llena de orgullo. He trabajado toda mi carrera en la enseñanza media y eso me da proximidad con un punto de inflexión de los jóvenes que es al momento de finalizar el Secundario y van a la Universidad o se ponen a trabajar. Uno los encuentra en las vueltas de la vida con una profesión y a quienes decidieron trabajar ya con un proyecto familiar y personal encaminado. Uno siente que colaboró de alguna manera con todo esto y eso carga de energía para seguir bregando para que la escuela pública siga teniendo el lugar preponderante que ha tenido.

L.P: ¿Cómo analiza el actual conflicto docente?

H.C: Cualquier conflicto es sumamente crítico. El año pasado y ahora me toca estar en un rol dentro de la institución que genera responsabilidades mayores. También nos pone en lugares de difícil tránsito porque hay que tomar constantemente decisiones que afectan a mucha gente. En estos tiempos de crisis se trabaja más porque hay que estar en todos los horarios para ver las situaciones particulares y generales. Se debe tratar de contener las problemáticas de distinta índole de estudiantes, docentes e integrantes del equipo directivo. Es complejo, pero hay que poner lo mejor para tratar de salir de la crisis y volver a hacer lo que más nos gusta: el trabajo con los chicos.

L.P: ¿Qué opinión le merece la postura de algunos padres quienes reclaman que los estudiantes regresen a las aulas?

H.C: Creo que tienen razón. A diferencia de lo sucedido el año pasado el conflicto este año ha puesto a la provincia en un lugar muy complicado. No se está prestando ninguno de los servicios esenciales: no funcionan las escuelas, no funcionan los hospitales ni la Justicia. Hay un vaciamiento de derechos ciudadanos que nos afecta a todos. Cada sector tiene su razón. Tratan de enfrentarnos, pero este año el conflicto nos atraviesa a todos por igual.

L.P: ¿Considera que el Municipio debiera tener un rol más activo para intentar encontrar una solución?

H.C: No me cabe la menor duda. Por la Ley de Corporaciones Municipales es responsable de garantizar estos derechos que mencionaba antes. No se puede desentender de una población que no tiene el servicio de educación, salud y Justicia. Debería agotar todos los esfuerzos posibles para encontrar, con Provincia y Nación, una solución. Todos los poderes deberían estar funcionando a pleno para encontrar una solución a la crisis.

L.P: ¿Cómo analiza el intercambio de palabras con el intendente Sergio Ongarato en su domicilio particular?

H.C: Tomando distancia diría que fue un acto llevado por la bronca y por la tristeza que nos generó la pérdida de dos compañeras (docentes de Comodoro Rivadavia fallecidas en accidente cuando regresaban de una manifestación). Capaz no fue una buena decisión, pero lo que queríamos era ver a la cabeza política de la ciudad para pedirle que se ponga al frente de la posibilidad de reunir a todos los dirigentes provinciales y nacionales a fin de encontrar una salida a esta crisis. Pedíamos también una manifestación pública por estas docentes que estaban donde no debían porque nuestro lugar natural es la escuela y la familia. Sin embargo estaban en la ruta viendo de qué manera ejercer nuestro derecho a peticionar para terminar con esta crisis.

L.P: ¿Qué mensaje le dejaría a la comunidad?

H.C: Dejaría un mensaje de esperanza. Como ciudadanos nos queda la participación y el compromiso en todos los lugares desde donde se puede construir ciudadanía. Soy un orgulloso del lugar donde vivo y en el que desarrollé mi carrera laboral. Esto que sucede en algun momento pasará, pero no podemos dejar de peticionar y reclamar que quienes asumieron roles de conducción política ejerzan esa conducción y ese poder de la mejor manera en beneficio de la comunidad. Eso se dará en tanto y cuento estemos movilizados. Lo fundamental es estar  juntos porque esta crisis nos llevará puesto a todos. Empezó con el empleado público, pero afecta a todos. Cuando todo pase tenemos que seguir participando y creciendo en las instituciones. Tenemos que seguir creyendo en la Democracia como una forma de vida.

L.P: ¿Desde la calle el docente también educa?

H.C: No te quepa la menor duda. Somos personas comunes, con defectos y virtudes como todo el mundo, pero sí nos formamos para desempeñar esta profesión. Nuestra tarea implica estudiar y aprender permanentemente. Por cómo está el sistema educativo en estos últimos años diría que muchas instituciones funcionan por el compromiso de su cuerpo docente que pone más allá de lo que debería para que el sistema funcione y el proceso de aprendiza se desarrolle en las mejores condiciones. Decía antes que el valor de la educación había caído, pero sigue habiendo un compromiso por parte de la sociedad para con la escuela.