El Frente Vecinal Esquel (FVE) emitió un comunicado mediante el cual expresa que la provincia atraviesa “horas decisivas” ante el embate minero.
“De las decisiones políticas que adopten los gobiernos provincial y municipal dependerá la calidad de vida de los habitantes durante las próximas décadas”, indican.
El FVE siempre ha conservado una línea en torno al tema: el rechazo irrestricto a la explotación minera. No hay dobles discursos ni medias tintas al respecto. Es bandera del espacio político. Viene como una marca en el documento. Por eso la necesidad de difundir una “declaración” pública.
“El 16° aniversario de la primera gran manifestación popular de noviembre de 2002, nos encuentra viviendo momentos de angustia y de extrema gravedad, en que se juega nuestro futuro y el de las próximas generaciones”, señalan a través del comunicado que llegó hasta la redacción de diario La Portada.
Plantean que “no hay lugar para ambigüedades ni posiciones tibias” sobre la megaminería.
“De las decisiones políticas que adopten los gobiernos provincial y municipal (tanto los poderes ejecutivos como legislativos) dependerá la calidad de vida de los habitantes de la zona y la provincia durante las próximas décadas”, advierten.
Apuntan asimismo contra el intendente municipal, Sergio Ongarato, a quien le endilgan “falta de liderazgo y decisión” para llevar a las altas esferas del poder “la voz de los vecinos de Esquel ante los gobiernos nacional y provincial exigiendo el cumplimiento de la voluntad popular de rechazo a la megaminería”.
Sostienen que el FVE mantuvo una posición clara y firme en relación a los proyectos extractivos. “Mientras, otros partidos eludían pronunciarse, algunos recién lo hicieron muchos años después; otros aún no han fijado una postura definida o sólo hacen declaraciones oportunistas en tiempos electorales”, completan.
En ese contexto, aseguran que “hoy podemos con orgullo levantar bien alto nuestras banderas de siempre: No a la megaminería; no a los políticos deshonestos y a los partidos que sólo se guían por sus propias conveniencias y especulaciones electoralistas; es posible otra política, que escuche a los vecinos, que defienda a los vecinos y que construya con los vecinos”.