La crisis económica que afecta a la ciudad de Esquel, en consonancia con lo que sucede a nivel provincial y nacional, se refleja en diversos sectores. El comercio local de la zona céntrica es uno de ellos y una clara muestra de una situación que preocupa a propios y extraños es la importante cantidad de bajas de habilitaciones registradas durante el mes de septiembre.
El incremento de los costos de alquiler y el pago de servicios con valores que se modifican constantemente haciendo imposible previsión alguna dejan en una compleja situación a los comerciantes que – finalmente y en el mejor de los casos – deciden trasladarse a un barrio para poder continuar con la actividad comercial.
Otro factor determinante en este panorama es la baja del consumo como consecuencia de salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de las familias y el creciente desempleo que afecta a muchos vecinos. Y en este contexto el trabajo de los empleados de comercio también corre peligro.
Comprar un producto que no sea de estricta necesidad se convirtió en un lujo. Pasar tiempo en familia o con amigos en un restaurante o confitería es – por estos días- casi una expresión de deseo. Y cuando muchos dicen “a mi sueldo le sobran días” no es solo una frase hecha, sino una realidad palpable.
Cuidar la economía doméstica es actualmente la única herramienta para atravesar la crisis económica que – a decir de los especialistas en la materia – tenderá a recrudecer en los próximos meses.
La pregunta es ¿cuánto más deberemos dejar de consumir para que el sueldo (si se es afortunado de tenerlo) alcance? También cabe la pregunta ¿cuánto más ajuste y tarifazos se puede soportar? Quizás las respuestas se puedan contabilizar en las urnas el próximo año porque está claro que el descontento por la política económica que se lleva adelante se hará sentir en las elecciones de 2019. Modificar la historia es el derecho de un pueblo cuando se expresa democráticamente.
