A un año y moneda para los comicios, comienzan a proliferar los llamados telefónicos para medir la popularidad de algunos referentes partidarios. Si bien falta bastante aún, no son pocos los dirigentes de distintas fuerzas que apretaron el acelerador ilusionados con la Intendencia. Nadie quiere dormirse, ni perderse el convite.
La metodología es casi siempre la misma: suena el fijo y, del otro lado, una voz femenina robotizada consulta la valorización de algún político y luego la intención de voto sobre un abanico acotado de posibilidades. Casi todo el mundo mira de reojo el resultado de las encuestas y repara en la poca confiabilidad que despiertan. Pero no debe desconocerse que son parte de todo proceso electoral.
Por estos días circula una que hace foco primero en dirigentes de Chubut, pensando en la Gobernación. La lista: Ricardo Sastre, intendente de Puerto Madryn, Gustavo Menna, diputado nacional, Mariano Arcioni, actual gobernador, Carlos Linares, intendente de Comodoro Rivadavia, y Adrián Maderna, intendente de Trelew.
En un segundo segmente, la consigna es “si las elecciones a intendente de Esquel fueran hoy, ¿a quién de los siguientes candidatos votaría?”. La paleta de colores aquí se reduce a Ricardo Bestene, Juan Ripa, Rafael Williams y Ongarato. Lo llamativo es que al actual mandatario lo presentan como “Sergio Ongaro”. Queda claro quién no mandó a encargar el estudio.
Lo concreto es que el primero, y hasta ahora único, en adelantar que será una opción para la ciudadanía el año próximo fue el propio Ongarato. Lo anunció hace bastante. “Tenemos la intención de volver a ser gobierno”, soltaba en noviembre pasado, en un hotel céntrico, ante una cámara encendida y un par de grabadores captando cada una de sus palabras.
El jefe comunal repite en su entorno que un período no es suficiente para lograr el conjunto de objetivos en mente y que un segundo mandato le permitiría no sólo afianzar políticas sino que además darle vuelo a obras de infraestructura pendientes. Lo desvela, también, la premisa de cambiar la “cultura de dependencia” del Estado y que así cobren impulso los emprendimientos.
Una alternativa que ha sonado por el lado del radicalismo es Alejandro Wengier. Igual, el secretario de Obras Públicas ya aclaró que acompañará el proyecto de reelección de Ongarato. Y en el PRO hay quienes verían con agrado la idea de catapultar a otro funcionario local. Le destacan a este hombre de números el perfil bajo y la habilidad para administrar las cuentas del municipio.
En el PJ el panorama es variopinto. A Ricardo Bestene lo seduce la posibilidad. De confirmarse, sería el segundo intento al hilo para el ex ministro de Economía del Chubut. Otro de los que dicen se está moviendo es Rafael Williams. No hay que olvidarse de las pintadas anónimas en cercanías del Área Operativa. “VOLVE RAFA”, rezaban los contenedores del Matadero. ¿Irá por la Intendencia? ¿Una diputación? ¿Mirará desde afuera? Nunca hay que descartar a un dirigente de su trayectoria.
En “Chubut Somos Todos” la mayor cantidad de miradas se la lleva Crhistian Pasquini. El concejal está bien conceptuado en el entorno del gobernador Arcioni y según algunas mediciones difundidas en medios tendría buena imagen. Tampoco hay que perder de vista lo que haga el Frente Vecinal, siempre presente en los últimos turnos electorales y que posee representantes de llegada a la comunidad como, por ejemplo, Osvaldo González Salinas, Flavio Romano y Tomás Pinto.