Extensa es la historia de la humanidad y su evolución relacionada al uso de plantas medicinales como camino hacia la curación del ser y la sanación de enfermedades. Para poder entender el uso actual del Cannabis medicinal, resulta de vital importancia conocer la historia de uso como medicina a lo largo de la evolución humana, cuyos registros datan de deferentes culturas, en diferentes épocas, pero con un mismo objetivo: aliviar las dolencias y los padecimientos.
Una de las plantas que mayor registro se tiene de las diferentes farmacopeas de la era pre Cristiana es la planta del Cañamo (Cannabis Sativa) cuyos datos arqueológicos e históricos datan aproximadamente de 4000 años A.C, en la antigua China, planta que fuera cultivada para la obtención de sus fibras inicialmente, (cuerdas, textiles, papel, alimento, aceites, etc.) y como medicina posteriormente.
El uso de Cannabis medicinal en nuestros días
En la segunda mitad del siglo XX, el cáñamo alcanzó una gran importancia social debido a un gran aumento en su consumo con fines hedonistas, recreativos y de creatividad artística; limitado a pequeños grupos de intelectuales y artistas.
Desde la década de 1960, el uso recreativo del cáñamo se extendió rápidamente entre la población más joven en todo el mundo occidental. En Estados Unidos, el porcentaje de adultos jóvenes que habían consumido cáñamo al menos una vez pasó del 5% en 1967 al 64% en 1982, respectivamente. Y se encuentran en esta etapa las primeras consecuencias del consumo abusivo de la planta, asociado al policonsumo de otras drogas de mayor peso.
Numerosas asociaciones de cultivadores, pacientes y familia, emprendimientos personales, padres con niños con enfermedades severas, pacientes con dolencias crónicas, enfermos terminales, etc. fueron progresivamente desarrollándose y creciendo en la base de que la terapéutica con Cannabis medicinal proporcionaba a estos los alivios concretos tan buscados a sus dolencias, y en muchos casos remisión de la sintomatología.
Tal fue el crecimiento, que los estados a través de sus normas legales están teniendo que adaptarse a las necesidades sociales crecientes del uso de cannabis medicinal, llegando al año 2010, donde fueron autorizadas 14 plantaciones con fines terapéuticos en los EEUU. Y posteriormente su aprobación a través de leyes en el años 2012, en estados como el de Colorado y en de Washington.
En nuestro país recientemente se sancionó la ley Nro. 27.350 Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados, que fija un marco regulatorio, para el estudio científico, el desarrollo y la generación de un programa nacional dedicado a la provisión y cobertura de cannabis terapéutico, lo que no incluye en su reglamentación es el autocultivo.
A nivel cotidiano, empírico y social, en la actualidad los usos terapéuticos se extienden a: epilepsia y convulsiones refractarias; espasticidad asociada a enfermedades de la neurona motora central; esclerosis múltiple; enfermedad de Parkinson; distonias; contracturas y rigidez muscular; fibromialgia; cefaleas tensionales; migraña; dolor general; dolor neuropatico; dolor asociado a la lesión medular; dolor asociado a la patología tumoral, cancerígena; dolor inflamatorio; dolor articular y muscular; dolor crónico de columna; dolor por polineuropatia periférica; artritis reumatoide; artrosis; insomnio; ansiedad; depresión; ansiolítico general; estrés post trauma; inmunomodulador; antiinflamatorio; neuroprotector anticarcinogenico; antiemético; estimulante del apetito; estimulante de buen estado anímico y general; proquinetico y regulador intestinal; diurético; eccema vía tópica; psoriasis vía tópica; enfermedades neurológicas: Gilles de la tauret, Sme rett, parálisis cerebral; dolor, rigidez, espasticidad, crisis convulsivas;
glaucoma; hipertensión arterial; asma y bronquitis crónica; síndrome de fatiga crónica; tratamientos paliativos; enfermedad inflamatoria intestinal.
Modalidades terapéuticas
Aceite de cannabis, de uso interno o externo; tintura madre de cannabis; vaporizadores de nueva generación;
preparaciones comestibles: leche o manteca de cannabis, pizza, pan, etc.; bebidas, jugos; cremas; ungüentos tópicos; sprays para mucosas y parche transdermico.
Conclusión final
Creemos necesario insistir sobre la convicción y mirada del indiscutible valor de la Cannabis sativa. Tiene virtudes medicinales innegables, demostradas y apoyadas en una comprobación empírica de siglos. Es precisamente por ello que, como toda sustancia psicoactiva natural y de uso ancestral y sagrado, merece otro trato que una condena generalizada, como tampoco puede ser objeto de un consumismo degradante, indiscriminado y, a fin de cuentas, irrespetuoso y no exento de peligro. También creemos que ya no es necesario demostrar que los efectos del uso de cualquier sustancia psicoactiva dependen de tres factores condicionantes: sustancia, consumidor y contexto.
Podemos concluir que estamos ante un nueva era, que engloba un cambio de paradigma social y humanístico, basado en el crecimiento de la conciencia humana, donde se destaca la conexión con la naturaleza, el entendimiento del concepto de una medicina natural (sin obviar el avance científico/tecnológico como herramienta al servicio de la humanidad), y el revalorar una auténtica espiritualidad del ser. (Siendo la defensa del autocultivo parte central de la idea de que cada familia pueda ser hacedora de su propia medicina en virtud de sus propias necesidades).
Cabe aclarar que el presente artículo se encuentra libre de intereses, que no aconseja el consumo abusivo de la planta o sus derivados y que contraindica el uso en niños o adolescentes Fuera de una prescripción médica.
Dr. Astorga Leandro.
Especialista en Rehabilitación.
MP: 2353 MN: 107726
