Rodolfo Costa Heredia y Sonia Correa, referentes de Cáritas en nuestra ciudad, aseguraron que durante la contingencia climática se evidenció la falta de trabajo y la necesidad de muchas familias de contar con una vivienda digna. Remarcaron que desde la institución, además de brindar asistencia, se trabaja a diario para “promocionar a las personas” a través de la educación y capacitación.

La contingencia climática vivida días atrás por los vecinos de Esquel y la región – considerada por algunos sectores como una verdadera emergencia – evidenció aciertos y errores al momento de brindar la asistencia requerida. Y en medio del ruido ensordecedor de quienes ya están en campaña electoral surgió el nombre de una institución como el claro ejemplo del trabajo solidario organizado: Cáritas.

La Portada dialogó con el sacerdote Rodolfo Costa Heredia vicepresidente de Cáritas Diocesana y con Sonia Correa Directora de Cáritas para conocer el trabajo realizado recientemente y los proyectos a futuro donde la promoción de la persona se convierte en una prioridad.

– La Portada: ¿Cuándo nació el trabajo de Cáritas en Esquel?

– R. Costa Heredia: Antes dependíamos de Comodoro Rivadavia diferenciándonos en tres zonas: Comodoro, Cordillera y Valle. Y en 2009 cuando se hizo Prelatura pasamos a ser Cáritas Diocesana dependiendo directamente de las Diócesis. Siempre la Iglesia tuvo un brazo dirigido a la caridad y en 1965 se organiza a nivel mundial. Desde ese momento se pide que todas las Parroquias tengan una Cáritas Parroquial que estén organizadas desde la Diócesis. Y desde luego que también está Cáritas a nivel Nacional.

– L.P: ¿Cuál es la función de Cáritas y cómo la organizan?

– Sonia Correa: Cáritas, como dice el Papa Francisco, es el amor organizado de la Iglesia Católica hacia los demás. Ese amor se organiza a través de diversas áreas. No se trata sólo de llevar una bolsa de alimentos o ropa – que es lo que en general la gente tiene en mente – sino que también damos otras respuestas a raíz de otras pobrezas que surgieron. En la Prelatura tenemos diversas áreas tales como educación, economía social y solidaria, ciudadanía para dar respuesta a la comunidad desde otro lugar.

– L.P: ¿Cuáles son las necesidades que más se observan en la ciudad y la región?

– S.C: Estamos saliendo de una emergencia climática que golpeó fuerte a los barrios más vulnerables en relación a vivienda. En esos días asistimos a familias con alimentos, frazadas y leña. Esas son las familias que claman por una vivienda. Falta el trabajo digno y durable. Muchas veces escuchamos expresiones como “que vayan a trabajar”, pero la pregunta es ¿dónde? Falta crear empleo donde la persona se pueda dignificar y salir adelante con su propio esfuerzo. Desde el área de Economía Social trabajamos este aspecto.

– L.P: ¿La falta de trabajo se hizo más evidente en el último año y medio?

– R.C.H: El trabajo de changas está ligado a la construcción y en invierno disminuye mucho por la veda invernal. Se nota la dificultad para encontrar un trabajo. Faltan nuevos trabajos y en Esquel hay que potenciar el turismo, pero cuesta arrancar. Tenemos una naturaleza hermosa que no estamos aprovechando lo suficiente y dependemos mucho del empleo público. Hay que potenciar el desarrollo del empleo privado.

– L.P: ¿Si se recuperara la cultura del trabajo –en desmedro del asistencialismo – se podría lograr algún cambio?

R.C.H: Yo creo que los planes sociales sirven en tanto y en cuanto tenga una contraprestación y se prepare a la persona para buscar un trabajo. Hay que asistir a las familias, pero no quedarnos en eso porque si no estamos siempre asistiendo y se genera dependencia. Hay que ayudar a las personas a superar las dificultades, pero que luego puedan solas elevarse y dignificarse.

– L.P: ¿Cuál es la respuesta de la comunidad ante situaciones de emergencia y cotidianamente?

– S.C: La ayuda se ve más plasmada en situaciones como la vivida ante la nevada o la inundación en Gualjaina. La gente está atenta a los medios de comunicación y a las Redes Sociales para preguntar qué necesitamos y lo más valioso que se puede brindar es el tiempo. Gracias a Dios hay personas que se acercan y dicen “acá estoy, que necesitan?”. La gente de Esquel es muy solidaria y esto se contagia.

– L.P: ¿La gente confía más en que la ayuda de Cáritas llegará a destino?

S.C: Nuestra misión es evangélica: Jesús nos pide que seamos administradores fieles y dentro de eso está pedir, pero luego mostrar que esa donación llegó a la persona que lo necesita.

– L.P: ¿Cuáles son los objetivos para este segundo semestre del año?

– S.C: Nuestro pilar es la educación como base fundamental para la promoción humana y eso atraviesa todas las áreas de Cáritas. El trabajo es continuo para promover a la persona y que pueda salir adelante.

– L.P: ¿Qué ayuda recibe Cáritas y cuál es la relación con el gobierno  municipal y provincial?  

R.C.H: Cuando planteamos inquietudes al municipio nos han escuchado y durante la contingencia climática se trabajó en conjunto. Lo importante es trabajar en red y no cada uno por su lado. Hay que destacar el trabajo de todas las instituciones que fue más allá de los horarios. Hay una linda relación con todas las instituciones.

– L.P: ¿Qué mensaje le brindaría a la comunidad de Esquel y a la clase política?

  1. C. H: Lo importante es la solidaridad. Uno se desarrolla como persona cuando se da a alguien más. Le pediría a la comunidad de Esquel que no pierda ese espíritu de ayudar viendo qué necesita el hermano y en qué se puede colaborar. No siempre se trata de dar algo, sino de ofrecer tiempo y compromiso. Con la cuestión política a veces surgen las chicanas y eso es lo que se debería tratar de evitar. Hay que trabajar por el bien común. Puede haber diferencias en otras cosas, pero cuando se quiere ayudar a alguien todos tenemos que estar en la misma sintonía.

 

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“Hay que potenciar el turismo. Tenemos una naturaleza hermosa que no estamos aprovechando lo suficiente y dependemos mucho del empleo público. Hay que potenciar el desarrollo del empleo privado”. (Rodolfo Costa Heredia)