El responsable de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), comisario Néstor Siri, subrayó los controles realizados en rutas cercanas a Esquel y en el casco urbano. También puso en valor el uso de los radares para medir la velocidad.
En diálogo exclusivo con diario La Portada, el subsecretario de Seguridad Vial del Chubut habló sobre el trabajo preventivo que lleva adelante la Delegación Esquel de la APSV y calificó de positivo el balance del operativo verano 2023.
En principio explicó que la temporada ha demandado un esfuerzo particular del organismo, en virtud del movimiento turístico registrado a lo largo y ancho de la región cordillerana, principalmente durante los meses de enero y febrero.
Dijo que, a su vez, el vasto programa de fiestas populares en la zona exigió un despliegue grande por parte del personal, algo que no es habitual en el transcurso del año. “Esta clase de eventos generan una movida importante”, enfatizó.
Aseguró Siri que en líneas generales el saldo del período estival en materia de seguridad vial es satisfactorio y que, al menos hasta la primera quincena de marzo, no se produjeron accidentes con víctimas fatales en las rutas de la cordillera.
Avisó que el informe final de la temporada de verano se presentará oficialmente los primeros días del mes próximo. No obstante, a grandes rasgos “podemos decir que la siniestralidad con víctimas fatales ha sido baja en relación a años anteriores”, acentuó.
Valoró el acompañamiento de agentes de la Policía del Chubut y del cuerpo de inspectores de departamentos municipales de Tránsito. En conjunto “buscamos reducir los accidentes, tener un tránsito fluido y que los vecinos circulen con seguridad”, añadió.
La prevención es el objetivo central de la APSV, afirmó este hombre con pasado en la Policía de la Provincia. Para reducir al máximo la siniestralidad es que se repiten los operativos en rutas y calles de las diferentes ciudades chubutenses.
Medición
Contó, por otro lado, que producto de un acuerdo firmado con Nación se obtuvieron dos radares móviles para medir la velocidad de los automóviles en ruta. Uno está asignado a la cordillera y el otro a la costa.
El funcionario provincial describió que con estos equipos básicamente “desarrollamos acciones de tipo preventivas” y que el objetivo es cambiar conductas. “Muchas veces no se confeccionan actas sino se explica al conductor para que reflexione”, planteó.
Entendió que hay dos principios centrales: prevención y educación. Con los dispositivos mencionados “pretendemos que haya una suerte de cambio cultural” respecto a los peligros que hay detrás de la alta velocidad al volante.
Los radares móviles, no dudó, están arrojando buenos resultados. “Uno suele hacer foco en el conductor que está en infracción y poco en la cantidad de personas que pasaron correctamente la medición, es decir que hicieron las cosas bien”, acotó.