Actualmente en la ciudad, el telgopor, que es altamente contaminante y no biodegradable, va directo al relleno sanitario porque no hay nadie que se dedique a reciclarlo y darle un buen futuro. Hacerlo no requiere un gran costo, la materia prima es gratis, sólo hay que recogerla y hay compradores en todo el país esperando por ella. Sólo se necesita un espíritu emprendedor que tome la iniciativa y así reducir su impacto en el ambiente.
En diferentes puntos del país hay emprendedores que se dedican a reciclar el telgopor y darle una nueva vida útil. Esto requiere de un proceso que no es complejo ni demanda grandes inversiones iniciales. Inclusive hay empresas interesadas en comprar telgopor como materia prima para luego reutilizarlo y crear nuevos productos.
Clara Estela Villar, referente de la campaña educativa BasuRRReando, manifestó en diálogo con La Portada que “el telgopor es de los residuos más problemáticos que tenemos en Esquel por la cantidad, el volumen y porque no se hace nada con él”.
En este sentido señaló como ejemplo que “el telgopor que se utiliza para proteger una heladera tiene un volumen considerable y así va al relleno sanitario porque nadie lo tritura, por lo tanto esa cantidad está ocupando un espacio inmenso que podría ser ocupado por otros residuos que no tienen otra posibilidad más que tirarlo”.
Además recordó que el telgopor es altamente contaminante y no es biodegradable como otros materiales sí lo son. Por este motivo sería importante su reciclado para evitar su contaminación y además esto generaría un valor agregado para quien quisiera hacer ese proceso, ya que le significaría un beneficio económico.
El telgopor se puede reciclar y es un material que tiene una demanda real porque se puede reutilizar de diferentes maneras. La materia prima es gratis y hoy va directo al relleno sanitario. Sólo habría que invertir tiempo en recogerla y hasta se podría comenzar a separar en los Puntos Limpios, el Ecocanje o la Planta de Tratamiento de Residuos.
No se requieren grandes inversiones reales e inclusive hasta se podría asociar con otros emprendedores para compartir gastos ya que se requerirá de un espacio físico donde hacer el acopio del material, su procesamiento (trituración), embolsado y almacenamiento.
Hoy en Esquel no existe un emprendimiento que se ocupe del reciclado del telgopor, lo que sería muy necesario para reducir su impacto ambiental. Dicho emprendimiento sería de triple impacto: económico, ambiental y social. Al respecto Villar explicó que “desde el punto ambiental se evitaría que este material vaya al relleno sanitario y se le daría una vida útil; en lo económico no sólo significaría un beneficio para el emprendedor sino también para comunidad porque le saldría más barato comprarlo acá que traerlo de Buenos Aires; y desde lo social se generarían fuentes de trabajo”.
Antes de iniciarse en este desafío, es importante hacer una investigación de quiénes podrían ser los compradores de la materia prima, que podrían ser de otras ciudades del país o de Esquel, ya que el que se utiliza en la actualidad proviene de afuera y es destinado a la construcción de losas, pisos y paredes. También se puede usar para contrapisos y ladrillos, relleno de almohadones, muñecos y para la construcción de bloques para la construcción, entre otros.
Villar comentó que “hay dos empresas muy grandes, una en Munro y otra en Pilar, que compran el telgopor a todo el que lo venda y hacen nuevos productos con el telgopor reciclado”.
Por último la referente de BasuRRReando sostuvo que sólo se necesita gente emprendedora, con creatividad, con ganas de hacer, pensar e investigar y con mucho interés en aportar al cuidado del ambiente.