Como parte de la agenda de políticas públicas que lleva adelante el Gobierno del Chubut, el Ministerio de Seguridad a través de la Subsecretaria de Seguridad Vial fortaleció en los últimos 3 años el programa de educación vial a través de la Escuelita Vial, que recorrió más de 20 mil kilómetros, visitó alrededor de 22 localidades y participaron más de 17 mil niños y niñas.
Leonardo Das Neves, subsecretario de la APSV, remarcó la importancia de la formación a temprana edad en los niños, ya que estos actúan como multiplicadores de los conocimientos adquiridos y reproducen estas buenas prácticas en sus hogares y generaran un cambio en el seno familiar que impactará a futuro en la cultura vial.
De allí que el objetivo es llegar a todos los rincones de la provincia integrando a niños y niñas de diferentes edades en distintas actividades, en las cuales aprenden interactuando sobre normativas de tránsito y convivencia en el espacio público.
Durante el año 2020, por instrucción del Gobernador de la provincia Mariano Arcioni y del ministro de Seguridad, Federico Massoni, se dispuso darle el nombre de “Lorenzo Rossi” a la Escuelita Vial, quien fuera víctima de un siniestro vial y que representa la memoria de todos aquellos que han padecido estas circunstancias.
En este contexto, se dio comienzo a un trabajo articulado entre la Subsecretaría de Seguridad Vial | APSV y la ONG Estrellas Amarillas, representada por la mamá de Lorenzo, llevando a cabo tareas de difusión y prevención en conjunto.
El 5 de noviembre, fecha en la que Lorenzo cumpliría 14 años, en la ciudad de Esquel se lo homenajea con diversas actividades y con la participación de la Escuelita Vial con el objeto de generar conciencia vial.
Escuelita Vial
La Escuelita Vial “Lorenzo Rossi” comprende un parque vial itinerante que cuenta con 3 módulos de interacción. Primeramente se encuentra la carpa de educación, donde mediante contenidos audiovisuales se enseña sobre normativas y en un intercambio con los niños y el personal preventor, luego les entrega una licencia de conducir simbólica y da paso al siguiente modulo que es la pista vial. Allí es donde ponen en práctica sus conocimientos recientemente adquiridos al circular en kartings en un entorno que recrea el espacio público.
Finalmente, el tercer módulo está orientado a los jóvenes de nivel secundario y adultos, y consta de un circuito de simulación de alteración por sustancias y alcohol al conducir, en las cuales los concurrentes mediante la utilización de gafas especiales, padecen la simulación de distorsión en la capacidad visual y motriz y además deben sortear obstáculos, simulando la conducción bajo los efectos de drogas o alcohol y de esta manera se busca generar conciencia.–