Con las restricciones horarias por la pandemia, la Comisaría Segunda advirtió que se ha registrado un aumento importante de denuncias por estafas telefónicas. Piden a la comunidad no brindar datos personales ni claves. También advierten hurtos de bicicletas en algunos sectores y solicitaron reforzar las medidas de autocuidado.
El Jefe de la Comisaría Segunda, Subcomisario Edgardo Bahamonde, manifestó en diálogo con La Portada que con la pandemia se ha detectado una nueva modalidad delictiva a través de las estafas telefónicas. “Con la pandemia, el vecino se encuentra más en su casa y quienes se valen de lo ajeno se han visto restringidos de poder entrar entonces buscan la forma de concretar el hecho delictivo”, explicó.
En este sentido aseguró que desde el año pasado se ha detectado “un aumento importante de denuncias por estafas telefónicas”. Bahamonde se reunió hace unos días con los integrantes de la Junta Vecinal del barrio Jorge Newbery para presentarse ante las nuevas autoridades y evaluar el trabajo que se viene realizando en función de las características especiales que tiene el barrio.
“Nos dijeron que se ven conformes con el servicio que se presta, ven la presencia de los uniformados pero se manifestaron preocupados por algunos hechos de robo y hurto que se han suscitado como así también llamadas telefónicas con intención de estafa”, comentó.
El jefe de la Comisaría Segunda pidió a los vecinos que refuercen las medidas de autocuidado para evitar hurtos de bicicleta y que estén atentos con las llamadas telefónicas. “No hay que brindar información sobre datos personales ni claves que faciliten la concreción de la estafas”, advirtió.
Bahamonde indicó que la última modalidad de estafa denunciada estuvo relacionada con la Tarjeta Alimentar de Anses y planteó la importancia de hacer la denuncia policial. “La pandemia hizo que la gente esté más en su domicilio y por ende creció esta modalidad de estafa”, destacó.
Asimismo sostuvo que las Juntas Vecinales quieren que se retome el programa de la Comisaría Móvil que visitaba cada barrio de la jurisdicción de la Seccional Segunda. “Si bien la intención es volver, nos hemos visto afectados con el número de empleados por la circunstancia sanitaria”, señaló.
Sin embargo destacó los resultados positivos que obtuvieron durante su implementación. “Nos ayudó a estar en contacto permanente con el vecino y a recibir sus críticas constructivas para mejorar el servicio que se brinda porque el trabajo es compartido”, expresó y citó que “nosotros hacemos lo que el vecino no puede hacer y él puede hacer lo que nosotros no podemos hacer pero juntos podemos hacer grandes cosas”.
En este sentido remarcó la importancia de que el vecino tenga un rol activo en materia de seguridad para ayudar en la prevención del delito. “La pandemia ha cambiado sustancialmente las cosas y una de ellas ha sido el registro de los delitos. El hecho de que el vecino esté adentro de su casa, marcó una baja en robo y hurto durante el año pasado pero aumentaron los delitos de estafa y violencia familiar”, destacó.
Por último Bahamonde contó que “la Comisaría tiene una doble función, el resguardo y la contención de los detenidos y la seguridad pública en la jurisdicción, y todo se hace con el mismo recurso humano. Las actividades propias de los detenidos hacen que tengamos menos recurso humano en la calle y que tengamos que reforzar la presencia acá”.